La gestión de las piscinas de Campolongo, prorrogada en junio pasado para evitar su cierre, continúa sin aclararse. Desde que en julio se expuso al público el estudio de viabilidad previo a un nuevo concurso, el Concello aún no ha resuelto las alegaciones y las previsiones apuntan a que no se analizarán hasta dentro de "unas semanas", según admitió ayer la concejala de Deportes, Anxos Riveiro. Ese estudio de viabilidad establecía el plazo de concesión y las obras necesarias en las instalaciones de Campolongo y contra él únicamente se presentaron tres reclamaciones, todas del grupo municipal del PP.
Su concejal César Abal mostró ayer su temor de que el gobierno local mantenga este bloqueo al menos hasta enero, a la espera de que se disuelva el Instituto Municipal de Deportes (IMD), órgano autónomo que hasta ahora dirige este proceso. Con su disolución, acordada por el pleno en julio pasado, las competencias en esta materia pasarán directamente a manos del gobierno local.
Además, Abal sostiene que "a este ritmo, será necesario volver a prorrogar de forma irregular la gestión un año más" en junio de 2017, ya que después de resolverse las alegaciones aún habrá que adoptar otros trámites antes de convocar oficialmente el concurso, un proceso que puede prolongarse varios meses.
Las tres alegaciones del PP al plan de viabilidad se centraban en otras tantas supuestas anomalías. Una de ellas era un "IPC erróneo de un 1% invariable a lo largo de los 40 años de explotación, hipótesis completamente irreal". Otro apartado es la cifra de abonados, entre 4.000 y 8.000, cuando la actual empresa concesionaria lo cifraba en menos de tres mil. Por último el PP sostiene que los costes de inversión están "mal calculados". La futura empresa deberá garantizar una inversión mínima de 3,8 millones de euros en la reforma, ampliación y modernización de esas instalaciones, donde no se realizan obras de mejora desde hace años debido al retraso del Concello en licitar esta explotación.