La amenaza de una posible huelga de basuras vuelve a estar sobre la mesa. El comité de empresa de Cespa-Ferrovial, la concesionaria del servicio de limpieza, ha roto las negociaciones del convenio colectivo para el periodo 2016-2018 después de seis meses sin acuerdo salarial. Los sindicatos UGT, CIG, CC OO y USO han convocado ya dos concentraciones ante la sede de la compañía en Pontevedra y advierten de que, de persistir este desacuerdo, convocarían una huelga, conscientes de la presión que este tipo de medidas supone tanto para la empresa como para el Concello.

Carlos Corredoira, representantes de UGT en el comité, admitió ayer que la huelga es el "último cartucho" para lograr un acuerdo sobre el convenio colectivo que se negocia "desde abril" y en el que "existen grandes diferencias entre nuestras peticiones y las ofertas de la empresa". Por eso, se da por roto el diálogo "hasta que nos llamen". Si no hay ese acercamiento antes, el 3 de noviembre habrá una primera concentración ante la sede empresarial de la calle Andrés Muruáis. Esa jornada es no laborable para la plantilla, ya que es el día de su patrón, San Martín de Porres.

De persistir el desacuerdo, un mes después, el 3 de diciembre, habría una segunda concentración en el mismo lugar. A partir de entonces empezará la cuenta atrás para una hipotética huelga.

Todos los sindicatos del comité de empresa, por su parte, difundieron ayer un comunicado conjunto en el que recuerdan que el servicio de recogida de basura, limpieza viaria y de colegios e instalaciones municipales implica a 125 trabajadores. Apuntan que "después de varios años de congelación salarial, así como de ninguna mejora social, el planteamiento por parte de este comité para este convenio es el de la recuperación económica, y por parte de la empresa las ofertas son prácticamente de congelación salarial, así como la del recorte y pérdida de derechos que ya estaban consolidados de convenios anteriores".

También se quejan de la "casi nula" contratación en los últimos años y las "malas condiciones" de trabajo.

Este conflicto surge a pocos meses de que expire, el próximo verano, la concesión actual del servicio a Cespa, vigente desde 1997. El Concello tiene previsto convocar otro concurso que incorpore su nuevo plan de basuras, basado en el compostaje