El Servizo Galego de Saúde asegura que envió dos caudalímetros nuevos al centro de salud de Ponte Caldelas al día siguiente de haber recibido la notificación de la avería en una de las bombonas de oxígeno del centro debido al desgaste de una junta tórica. Sale así al paso de las críticas del alcalde, Andrés Díaz, que mantiene que un vecino tuvo que ir a comprar a una ferretería por 45 céntimos la junta tórica para poder ser atendido.

Según el Sergas, el aviso de la deficiencia se dió el 19 de septiembre y al día siguiente ya se procedió a la emisión de los nuevos aparatos de medición.

Asimismo, recuerda que desde 2013, el Sergas viene acometiendo una serie de mejoras en este centro de salud que abarcan "desde la completa renovación de la sala de calderas hasta la construción de una rampla de acceso, la reposición de trece puertas y el arco de madera que separa a zona pediátrica de la de los pacientes adultos, la reforma integral de la fontanaría, o la adhesión de vinilos en las ventanas".