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El primer asentamiento en América, con madera gallega

El investigador Modesto Manuel Doval analiza cómo encalló la nao La Gallega y la construcción del Fuerte de Navidad

Monumento que recuerda la construcción en A Moureira de la nao "La Gallega". // Rafa Vázquez

La carabela Santa María "La Gallega", la nave capitana de Colón, fue construida en los astilleros de la Moureira en Pontevedra. Fue la única aportación que hizo el almirante al descubrimiento. El que la Santa María llevase como apelativo "La Gallega" no es un apodo gratuito. El Padre Sarmiento dice que la advocación de las naves en aquellos tiempos estaba relacionada a los santos predilectos de gremiantes y armadores; así la gallega, estaba advocada a Santa María la Grande.

Encontramos en la tripulación de Colón en el viaje del descubrimiento, a mareantes de Pontevedra. En un contrato de flete suscrito en Pontevedra en 1489, se cita la nave llamada "Santa María, la gallega", propiedad del vecino de Pontevedra Juan de la Cosa, dos de los testigos Pedro de Foronda y García Ruiz. De este fletamento al igual que Juan de la Cosa, se embarcaron con Colón en el primer viaje al Nuevo Mundo. Esta nave realizó varios viajes, que están documentados, como el del día 5 de julio, que estuvo en el puerto de Baiona la carabela la "Santa María la Gallega", llegaba cargada de sal, cuyo documento se comprueba por un contrato del siglo XV hecho ante notario:

"Año de lxxxuij cinco; cinco días do dito mes de Julljo...por ende en nom de dito aº Vaasqus po el e po vertude da dta carta de pder Afreto de vos Ferna cervyño besiño da dta villa o boso nabio; q deus salue q dise por nom Sta m G (Santa María la Gallega) o que agora esta a o porto da pont da dta villa de pontevedra pa q plasendo a deus o dº aº Vaasqs; carrege o dº navío de sal en o prto da dta villa de a veiro; pa a dta villa de pontvedra ou pa villa de Padron....etc".

El almirante cuando exploraba la Española, en una bahía bien abrigada del litoral de lo que hoy es Haití, tuvo lugar un suceso que alteraría los planes de la expedición, en la noche del 25 al 26 de diciembre. Una falta de atención de Juan de la Cosa, piloto de "La Santa María" después acusado de traición, propició que la nao encallase, no obstante las recomendaciones de Colón, confió el timón a un grumete que se durmió y al despertar con el ruido de las olas que rompían contra la costa al subir la marea, no supo dominar la nave y fue a dar contra un banco de arena. Fue imposible recuperarla, pese a los esfuerzos de Colón y la tripulación que cortaron el mástil y con dos barcas trataron de tirar del casco ,"La Santa María" se hundió en la arena.

"Y díxoles el Almirante a el [maestre] y a los otros que halasen el batel que traían por la popa y tomasen un ancla y la echasen por la popa; y él con otros muchos saltaron en el batel?no viendo otro remedio, mandó cortar el mástel y alijar de la nao todo cuanto pudieron para ver si podían sacarla".

Durante este suceso encontramos una de las aseveraciones más claras por parte del propio Colón de que era gallego, cuando en su diario dice: "?que si no fuera por la traición del maestre y de la gente, que eran todos o los más de su tierra, de no querer echar el ancla por la popa para sacar la nao, como el Almirante les mandaba, la nao se salvara".

La Nao Sta. María se fletó de manera diferente como aportación del propio Colón y su propietario, Juan de la Cosa, el almirante cuando se queja de "la traición del maestre y de la gente que eran todos o los más de su tierra" se refiere a la tripulación de la Santa María, que procedían de las costas gallegas. Los de la Pinta según los testigos eran de Palos y otros testigos dicen que también los de la Niña, Juan de la Cosa, como castigo a su descuido, debió de haber quedado en el fuerte pero posiblemente se embarcó para España para cobrar su nao como así fue.

Gracias a la ayuda del cacique Guacanagarix, jefe de los nativos, los tripulantes pudieron salvar el cargamento y los materiales de la embarcación. Colón toma la decisión de construir un fuerte con la madera de esa nave, al que llamó de la Navidad, donde hoy está la ciudad de Cabo Haitiano, la primera colonia en tierras del Nuevo Mundo. En el Fuerte de Navidad se quedaron 39 hombres al mando de Diego de Arana.

La alianza que había formado con el cacique Guacanagarix consiguió que se ocupara de atender debidamente a los tripulantes que se quedaban mientras él regresaba en cuatro o cinco meses. Por diversos motivos el almirante tardó en regresar un año.

Lamentablemente los primeros gallegos en pisar tierras americanas tuvieron un trágico desenlace en el Fuerte de Navidad. De los 39 hombres, casi todos gallegos entre ellos Rodrigo Gallego, Pedro de Fronda y García Ruiz, al mando de Diego de Arana, casi un año después al regreso del almirante al Fuerte de Navidad, se llevó una desagradable sorpresa al comprobar que todos los hombres que había dejado custodiando el fuerte habían sido asesinados.

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