Los agentes de la Policía Local que desde hace varias semanas protagonizan un conflicto laboral con el Concello, en demanda de una equiparación salarial con otros funcionarios, han dado un paso más en su campaña de protestas. Ayer regresaron a las puertas de la oficina municipal de Michelena y han acordado "reducir el mínimo el voluntarismo que este colectivo venía prestando en el funcionamiento del servicio, ya que se ha demostrado que este altruismo con el servicio público es tomado por el gobierno local como una muestra de debilidad en vez de reconocerlo con unas retribuciones y condiciones laborales justas".

Así se detalla en el comunicado difundido por los sindicatos que respaldan esta protesta, Comisiones Obreras y UGT, tras la asamblea celebrada el pasado viernes y que se traduce, en la práctica, en que dejarán de prestar servicios, o reducirán esas actividades "al mínimo", en aquellos cometidos "voluntarios y altruistas" que no figuran en el reglamento específico del cuerpo. Los delegados sindicales señalan actividades relacionadas con la educación vial, la mediación o incluso el seguimiento de los casos de violencia de género, tareas que realizan desde hace tiempo los agentes pero que, según sus quejas, no se ven reflejadas en la nómina mensual.

Con esta decisión, los policías locales se centrarán en sus labores habituales relacionadas con el tráfico o con la seguridad, ya que "haciendo lo mismo, nos van a pagar lo mismo". Esta medida es un paso más en las medidas de presión puestas en marcha por los agentes en conflicto. En la asamblea del pasado viernes "se acordó continuar las movilizaciones, solicitante entre otras cuestiones, la equiparación de sus condiciones salariales con el resto de empleados públicos del Concello de su categoría y similares funciones". Ayer volvieron a hacer sonar sus bocinas y silbatos ante las oficinas del Concello, acción que "continuaremos todos los lunes siguientes, además de asistir a los plenos que se convoquen".

Mientras tanto, el gobierno local mantiene, por el momento, su actitud de no entablar negociaciones sectoriales con una parte de la plantilla municipal, al tiempo que advierte de que la intensificación de las protestas no desbloqueará el conflicto. Aunque los agentes incorporan a su tabla reivindicativa una mejora de medios humanos y materiales, el eje de la protesta es una subida salarial que se ha cifrado en al menos 150 euros por mes y agente. Fuentes municipales han apuntado que un incremento de este tipo, junto a otras mejoras, podría suponer unos 700.000 euros anuales, una cifra que el gobierno local considera "inasumible". Al respecto, los sindicatos señalan que "escudarse en una negociación global es engañarse y negar que en los últimos años se viene negociando y llegando a acuerdos con colectivos concretos e incluso con grupos de trabajadores que obviamente después se ratifican en la mesa de negociación conjunta porque es una obligación legal".