Alfonso Rueda destacó que se trata de una "importante iniciativa que repercutirá en la mejora de los servicios de autobús y tren, con un beneficio tanto para usuarios como para trabajadores, al tiempo que contribuirá a mejorar la ciudad". Añadió que "el objetivo es acometer este proyecto estratégico de forma consensuada con el Concello", de ahí la reunión de ayer, para "alcanzar un consenso que permita acertar" en la mejor solución.

El vicepresidente de la Xunta en funciones también recordó otras actuaciones del Gobierno gallego en Pontevedra, con especial referencia a la futura rehabilitación de la antigua sede autonómica en Benito Corbal, pendiente de adjudicarse su proyecto técnico, o el segundo edificio judicial, con las obras de adecuación de la parcela de A Parda ya en marcha.

En este nuevo clima de entendimiento entre la Xunta y el Concello, justo después de las elecciones autonómicas, Rueda incluso compartió con el alcalde, Miguel Fernández Lores, que la solución inicial de un túnel entre las dos estaciones "no era la mejor solución, en mi opinión personal". Días antes, Lores se había mostrado también contrario a esta solución diciendo que "non me gustan as toupeiras".

A la vista de estas reacciones, quedan descartados los pasos subterráneos (aunque ayer incluso se habló de un túnel para el tráfico de Otero Pedrayo). Tampoco parece que se opte por las pasarelas elevadas, ya que la conexión peatonal se prefiere por la superficie, si bien esa opción no está completamente descartada por el momento.