"Es como el que hace una fiesta de cumpleaños y vienen todos y algunos más con los que no contaba, eso es que te tienen cariño". El general jefe de la Brilat, Luis Cebrián, resumía así la alegría de los soldados y oficiales por la masiva acogida de los pontevedreses a los actos del cincuentenario de la brigada, un respaldo que también agradeció durante su intervención en el desfile, en la que quiso recordar especialmente "a todos los ciudadanos de Pontevedra" que decidieron sumarse a las celebraciones. "Ellos representan", añadió, "a la sociedad civil con la que convivimos, de la que provienen los soldados que forman en nuestras filas y por cuya seguridad servimos, son el fin la razón última de nuestra existencia".

Finalizada la ceremonia castrense, Luis Cebrián no ocultaba su satisfacción: "Ha salido redondo, una parada magnífica" en un día, recordó, en el que también acompañó el buen tiempo, por momentos en exceso y no faltaron algunos golpes de calor entre los asistentes y militares tras varias horas bajo el sol.

La historia de la Brilat, recordó Cebrián, ya no es tan corta, "sino larga y buena, en donde esta brigada ha cumplido su deber donde la han llamado, desde operaciones de alto riesgo en el exterior donde hemos perdido soldados a operaciones menos llamativas pero también muy importantes como han sido todos los apoyos que hemos realizado en Galicia, la operación centinela, el apoyo en el caso del Prestige, a recuperaciones en los hundimientos en los años setenta y ochenta; creo que es un historial magnífico, muy asociado a esta tierra y del que todos estamos muy orgullosos".

Precisamente distintos participantes en la semana de celebraciones del cincuentenario, caso de José Ricardo Pardo, autor del libro sobre la historia de Brilat, también incidieron en que, centrados en el aspecto militar, "olvidamos la gran parte humanitaria de la Brilat".

Más que sorprendido se mostró agradecido por la acogida de los actos del 50 aniversario, "que demuestra de forma muy clara el afecto de los ciudadanos de Pontevedra a lo que es su brigada. No me sorprende porque lo notas en la calle, cuando vives en Pontevedra, cuando vas por la calle o vas a visitar alguna patrulla haciendo instrucción en un pueblo notas el afecto, pero que lo materialicen de esta forma añade más alegría al hecho de conmemorar los 50 años".