Subido sobre el puesto de conducción del obus Siac (Sistema Integrado de Artillería de Campaña) Andrés parece todavía más pequeño, "pero ya tiene casi 7 años", como recuerda orgulloso su abuelo, invitándolo a hablar. En vano: boquiabierto, el pequeño no sale de su asombro, un entusiasmo compartido con cientos de niños que ayer visitaron la exposición del 50 aniversario de la Brigada Galicia VII, la Brilat.

Ésta trasladó al centro de la ciudad una muestra significativa de su material militar, y también a una de sus dos mascotas, un azor (emblema de la brigada desde 2013) con el que todos los pequeños quisieron fotografiarse.

Otro de los atractivos fueron las pinturas de camuflaje y los soldados no dudaron en aplicárselas a todos los niños que lo solicitaron.

En otros puntos de la exposición, efectivos de la brigada dieron explicaciones detalladas a los asistentes sobre todo tipo de equipos, desde cámaras tácticas que ayudan a mantener a los militares a salvo durante las misiones hasta los robots de reconocimiento y desactivación o las mangueras ligeras explosivas que se utilizan para despejar las zonas minadas y abrir zonas de alambradas.

Trajes de desminado cuyo objetivo es reducir la onda de choque en caso de explosión o detectores de metales que permiten localizar minas situadas hasta medio metro de profundidad figuraron, asimismo, entre los equipamientos que mostró la Brilat para dar a conocer el trabajo que desarrollan sus soldados durante las misiones.

Llamaron especialmente la atención de los asistentes los grandes obuses (el Siac con un alcance de hasta 40 kilómetros y el Light-Gum que puede alcanzar objetivos situados a 21 kilómetros), el radar Raven para defensa aérea y el puesto de tiro del misil Mistral.

Éste compartió protagonismo con otros grandes vehículos como los destinados a transmisiones o un blindado. El satélite o el avión no tripulado que posibilita el envío de imágenes en tiempo real, además de localizar objetivos, reconocer el terreno y grabar información para análisis posteriores figuraron entre los modernos equipamientos que expuso la Brilat y que los asistentes pudieron tocar, fotografiar y comprobar cómo funcionan.

En general, en la muestra se dio a conocer una selección de los materiales utilizados por el Grupo de Artillería de Campaña, el Batallón de Zapadores y el del Cuartel General.

Con ellos, también estuvo representado el Grupo Logístico, que mostró a los asistentes cómo son las raciones de combate que portan los soldados, el vestuario o las ambulancias. Los militares realizaron demostraciones prácticas de la utilización de camillas de campaña y del uso de aparatos cuyo objetivo es estabilizar y mantener las constantes vitales de los heridos hasta su traslado a un hospital.

Y si los pequeños se decantaron mayoritariamente por subirse a los vehículos o probar a ser soldados enmascarados por un día, los adolescentes se detuvieron ante los materiales que presentó el Regimiento de Infantería "Isabel La Católica" 29.

Entre ellos, un mortero o dos todoterreno blindados Vamtac (Vehículo Táctico de Alta Movilidad, considerados los "hummer" españoles) ST5, equipados con el misil Spike y el lanzagranadas Lag40.

Con ellos, llamaron especialmente la atención de los jóvenes los fusiles de los que hacen uso los tiradores de precisión. "Armados" con ellos, se retrataron una y otra vez con los móviles, en una intensa mañana en la que cientos de personas pasaron por la Alameda para conocer de cerca los equipamientos y el trabajo que desarrolla la Brilat.

Y tras la exposición, las actividades de celebración del cincuentenario de la brigada continuaron durante la tarde con la donación de un cuadro del pintor Augusto Ferrer-Dalmau a la Brilat.

El Liceo Casino fue escenario de la entrega de la obra, perteneciente al empresario Lucas Molina Franco, al general Luis Cebrián. La pintura, titulada "El milagro de Empel", versiona el momento en que los soldados de los tercios españoles en Flandes hallaron una imagen de la Virgen de la Inmaculada, a la que atribuyeron posteriormente la victoria contra los holandeses y que motivó que esta santa se convirtiese en patrona de la Infantería.

Momentos después tomaron el relevo las bandas, que actuaron en las plazas del Teucro, Santa María y Peregrina. Las agrupaciones musicales (del Tercio Norte de Infantería de Marina de Ferrol, de la Fuerza Logística Operativa, de la Escuela Naval Militar y dos bandas de guerra de la Brilat) se concentraron posteriormente en la Alameda para ofrecer un concierto.

Como colofón a una semana de actividades conmemorativas, el programa de aniversario del cincuentenario de la Brilat se despedirá esta maña na con una parada militar que tendrá lugar en la avenida de Montero Ríos.

Los efectivos de la Brilat formarán a partir de las 12 horas en el que será el acto central con el que dirá adiós a las conmemoraciones de sus bodas de oro, un programa que recuerda que en 1966 (en concreto, el 26 de enero) inició su andadura esta brigada, con sede en Figueirido desde 1987. Siete años después pasó a formar parte de las Fuerzas de Acción Rápida, un conjunto de unidades ligeras encargadas de ser las primeras en desplegarse para cumplir las misiones asignadas al Ejército de Tierra.

La jornada de despedida del cincuentenario también incluirá otras actividades como la entrega del trofeo Azor al Concello de Tui y el nombramiento de 6 civiles como damas y caballeros "Azores".

Finalmente, los actos se cerrarán con una jura o promesa ante la bandera de civiles, un acto en el que se requiere a los participantes que expresen su compromiso, "en virtud de su conciencia y honor", de guardar la Constitución como norma fundamental del Estado y, si fuese necesario, entregar su vida en defensa de España.