El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, aseguró ayer que acudirá con toda la buenas disposición posible a la reunión con la conselleira de Infraestructuras e Vivenda, Ethel Vázquez, para conocer los proyectos para la estación intermodal. El encuentro tendrá lugar el próximo lunes por la mañana en la delegación de la Xunta en Pontevedra. Lores estará acompañado por el concelleiro de Infraestructuras, César Mosquera.

"Vamos a escuchar la propuesta que nos tienen que hacer", dijo el alcalde sobre la conexión entre las estaciones de autobús y ferrocarril de Pontevedra, situadas a escasos metros.

En su opinión, hay que destacar que "esta zona está en un estado lamentable". "El problema no es la interconexión, sino el estado de la zona", recalcó.

En cualquier caso, Lores avanzó que, pese a esa buena disposición a escuchar, "nunca me gustaron las toupeiras", en referencia a la posible construcción de un tunel para unir ambas estaciones. "A mí me gusta andar al aire libre", apostilló.

Asimismo, destacó que hay que tener en cuenta dos cuestiones fundamentales: la seguridad vial y el tráfico peatonal.

"Iremos de manera constructiva a dar nuestra opinión razonable", dijo, para añadir que "ahí lo que hay también es un problema de integración estética".

"Iremos a dar nuestra opinión y espera que la tengan en cuenta", hizo hincapié el alcalde a tres días del encuentro.

Los trabajos topográficos necesarios para el estudio de alternativas con las que lograr la intermodalidad entre las estaciones de autobús y tren de Pontevedra comenzaron el pasado mes de junio.

Técnicos de Vivenda supervisaron estas labores por parte de la empresa Cotecno Servicios de Ingeniería y Arquitectura, adjudicataria del contrato impulsado por el gobierno gallego para determinar la fórmula idónea que facilite a los usuarios el uso de ambas estaciones de forma segura y rápida.

La distancia entre ambas estaciones no supera los 200 metros, de ahí que se haga necesaria una actuación que permita mejorar la conexión peatonal entre ambos recintos, actualmente separados por una vía con tráfico rodado con dos carriles, la que lleva a O Marco.

Entre las ideas que llevarán a cabo figura una remodelación de la fachada de la estación de autobuses y la creación en la zona de un espacio "kiss and ride", similar al que hay en los aeropuertos, que permite dejar a los pasajeros desde el coche con una despedida breve por parte de sus acompañantes.