Tristán de Montenegro y Pratería Vella, dos calles perpendiculares a Isabel II y muy próximas al Campillo y a la basílica de Santa María, serán las primeras actuaciones de carácter público que se acometerán en el centro histórico con los fondos del Área de Rehabilitación Integral (ARI) de este barrio. El Concello ya dispone de los proyectos para actuar en ambos viales, en un proceso que llega un año después de que se certificara la recepción de las aportaciones del Ministerio de Fomento para las rehabilitaciones públicas y privadas en el casco viejo.
Con los proyectos técnicos ya elaborados, comienza ahora el proceso administrativo que concluirá con la adjudicación de las obras. No existe un calendario concreto para comenzar la ejecución, pero todo apunta a que no será hasta 2017, con lo que previsiblemente será necesario solicitar una prórroga para completar todas las actuaciones previstas, ya que este primer ARI del centro histórico tiene su vigencia inicial hasta diciembre de 2016.
El Concello, el Ministerio de Fomento y la Consellería de Infraestruturas firmaron el 27 de octubre de 2016 el acuerdo de constitución de la comisión bilateral para gestionar estos fondos. En aquel acuerdo se estableció un tope de 1,8 millones, destinados en su mayor parta a subvenciones a los propietarios de edificios y viviendas que rehabiliten sus inmuebles. En el ámbito público, estaba previsto la reforma de las calles Pratería Vella y Tristán de Montenegro, con un presupuesto inicial de 180.000 euros, si bien los dos proyectos ahora elaborados elevan esa cifra conjunta a los 213.607 euros, lo que podría dejar fuera de estas obras públicas una tercera posibilidad manejada hace un año, en el yacimiento de Valentín García Escudero. Se apuntó entonces destinar 44.000 euros a mejorar el cierre perimetral, su señalización y la iluminación.
De hecho, el recorte de fondos otorgado finalmente por Fomento ya obligó en su día a eliminar algunas previsiones más optimistas, que incluían una renovación casi general del pavimento de la plaza de A Ferrería. Incluso se pensó en estos fondos del ARI para modernizar los quioscos de la misma plaza, pero finalmente este ámbito quedó al margen de las inversiones.
La reforma de las calles Tristán de Montenegro y Platería Vella, que cuenta con un plazo de ejecución de tres meses en cada caso, fue redactado por los servicios técnicos municipales "con el fin de transformar un espacio público poco adecuado y obsoleto en una zona de recuperación del uso público", según explica el Concello, que añade que las obras "garantizarán también la accesibilidad de todos los ciudadanos".
El proyecto abarca las dos calles en todo su recorrido e incluye la renovación completa de la instalación y el tratamiento del pavimento que consistirá en la ejecución de bandas de piedra en torno a un suelo realizado con losas tipo "chapacuña". En cuanto a los servicios, está prevista la renovación total de la red de abastecimiento de agua y la aplicación del sistema separativo de aguas residuales y pluviales. En la actualidad, ambas discurren por una única tubería.
También está previsto dotar a ambas calles de una canalización subterránea de gas natural, ahora inexistente, con el fin de dar servicio a los usuarios que lo deseen. Algo similar ocurrirá con la fibra óptica. En lo que se refiere al alumbrado público, se optará por enterrar el cableado bajo tierra, eliminando los tendidos actuales por las fachadas, y se cambiarán los puntos de luz y luminarias, mientras que el suministro de energía eléctrica también será subterráneo.
