El gobierno local aprobó en junio pasado una segunda convocatoria de ayudas para viviendas y edificios del ARI del casco histórico después de una primera fase de subvenciones por 540.000 euros para unos cuarenta inmuebles. Las previsiones para esta nueva convocatoria ascendían a 57 actuaciones en viviendas con un presupuesto protegible de 830.000 euros para la ARI del casco histórico y 34 actuaciones con un presupuesto de 194.000 euros en Estribela, el otro barrio del municipio que cuenta con un ARI, si bien en este caso desde hace años, mientras que el casco viejo se estrena en esta ocasión.

En estas fechas se debe concretar qué ocurrirá en 2017, si bien el hecho de que el Gobierno central aún está en funciones apunta a que aún se tardará en resolver el futuro de los fondos. En principio las obras tendrían que estar justificadas a 30 de noviembre de este año aunque las Oficinas de Rehabilitación de ARIs ya han anunciado la intención de negociar una prórroga con Fomento, toda vez que el programa estaba previsto para el periodo 2013-2016 y quedó finalmente reducido a un único ejercicio porque el ministerio no comenzó a aportar los fondos hasta después de octubre de 2015. Además, por vez primera la Xunta no colabora económicamente.

En abril pasado el Concello aprobó la primera fase de subvenciones. Un total de 41 viviendas del casco viejo fueron seleccionadas por la comisión municipal de valoración en aquel momento y otras 21 viviendas correspondían a Estribela. Los 41 proyectos seleccionados en el casco antiguo, tanto para inmuebles en propiedad como en alquiler, sumaban un presupuesto protegible de 544.362,86 euros, y un importe total de la subvención es de 149.167,58 euros. En el núcleo de Lourizán, que este año llega a su sexta fase, se aprobaron 21 actuaciones, con presupuesto de 20.919,41 euros, y un importe subvencionable de 7.321,79 euros.