El caudal del río Lérez a su paso por la estación de bombeo de Monte Porreiro vuelve a registrar los niveles más bajos del año, alrededor de dos metros y medio, pese a que en septiembre cayeron más de 91 litros de lluvia sobre la ciudad. Sin embargo, al acumularse estas precipitaciones a principios del mes pasado solo el día 4 se contabilizaron más de 40 litros) los efectos sobre el Lérez han comenzado a menguar, si bien por el momento se descarta por completo que "haya motivo de alarma", según fuentes municipales.
Las previsiones de Meteogalicia para los próximos días tampoco apuntan a la llegada de nuevas lluvias. Desde que comenzó octubre, casillero aún está a cero y la vigilancia vuelve al punto de captación de Monte Porreiro, principal fuente de agua para Pontevedra y toda la población de la ría. Aunque se insiste en que los 2,55 metros actuales "no son preocupantes", se ha constatado en el último mes un descenso paulatino del nivel. Con ese mismo caudal, a principios de septiembre se extremó el control. Desde entonces se registró una paulatina mejoría, hasta el día 13, cuando se superaron los 2,7 metros, pero a partir de ese tope volvió la caída. De hecho, hace justo un año, a principios de octubre de 2015, el Lérez circulaba con un nivel de 3,48 metros un 55% más que en la actualidad.
Los 2,55 metros actuales son el nivel más bajo del año, según se desprende de la evolución de la estación de aforo de Augas de Galicia en el Lérez, situada muy cerca de Monte Porreiro. En febrero, cuando las precipitaciones eran más abundantes, se alcanzó la mayor altura, de casi cuatro metros y no bajó de tres hasta junio.
En todo caso, al margen de que el río presente un estado "aceptable" a estas alturas pese a ser el más bajo del año, el municipio aún dispone de las reservas casi intactas del embalse del Pontillón, que ronda el 95% de ocupación. Esta presa de Verducido sirve para abastecer a la población, junto con el Lérez, durante buena parte del año, pero en mayo o junio se cierra esa captación con el fin de almacenar agua para casos de sequía y cuando el río ya no da más de sí, situación a la que aún no se ha llegado., toda vez que el momento más grave, en 2011, el suministro no se vio afectado hasta que el río cayó a apenas medio metro de caudal. En mayo pasado, por ejemplo, se superaban los 3,6 metros.
Aún así, las precipitaciones en la segunda mitad del año están muy por debajo de lo normal tras un primer semestre especialmente lluvioso. Entre enero y mayo (un total de 152 días) cayeron sobre la estación meteorológica de Campolongo más de 1.500 litros de agua, con precipitaciones en 97 jornadas (el 64% del total). Sin embargo, desde junio hasta ayer (127 días) apenas ha llovido en una veintena de jornadas, con un total de 185 litros acumulados, la mitad de ellos en los seis días de septiembre en los que llovió. En agosto solo hubo 24 litros, igual que en julio.
