La cultura sorda está llena de valores y potencialidades. Es un rico sistema de creencias, valores, prácticas y producciones entre las que figuran cuentacuentos, humor, juegos de palabras, poesía o narraciones en lengua de signos; también interpretación y mimo y otras artes como escultura, pintura o cine que reflejan y profundizan en la experiencia de estas personas.

Visibilizar esta cultura y también las demandas y reivindicaciones de las personas sordas figuran entre los principales objetivos del Día Internacional de las Personas Sordas, que ayer convocó en A Ferrería a numerosos integrantes de este colectivo, a los que acompañaron cargos públicos y representantes de distintos partidos para reconocer públicamente el derecho a la identidad lingüística y cultural, relacionada con la lengua de signos, de las personas sordas.

La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y la concejala de Benestar Social, Carmen Fouces, se sumaron a la celebración, que arrancó con una caminata por la ciudad y la intervención de las autoridades en la plaza de A Ferrería, donde se leyó el manifiesto del Día Internacional de las Personas Sordas.

Los participantes en la celebración visitaron a continuación el Centro de Interpretación de las Torres Arzobispales y, ya durante la tarde, se celebraron actividades visuales y dinámicas u una actuación teatral en lengua de signos española.

Posteriormente se celebró un sorteo organizado por la Asociación de Persoas Xordas de Pontevedra que dio paso a la clausura de las actividades dedicadas a un colectivo que incluye alrededor de un millón de personas en España.