El Incibe, organismo dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, actualiza periódicamente en sus boletines semanales las nuevas amenazas que se detectan para los internautas. Según explican desde el Instituto, actualmente hay cinco tipos de "virus" informáticos que son los más frecuentes.
En tres de cada diez infecciones (un 27%), el responsable proviene de la red de bots "conficker", un programa malicioso tipo "gusano" que afecta a ordenadores con sistema operativo windows. Una vez infectado el equipo, pasa a formar parte de la red de "bots" o equipos "zombies" que son controlados de forma remota desde un nodo central. De esta forma el "conficker" puede ser "utilizado para realizar multitud de actividades delictivas, aunque principalmente se usa para robar información de los equipos y realizar spam, es decir, campañas de correos masivos", dicen desde la Oficina de Seguridad al Internauta que gestiona el Incibe. Se propaga a través de la red y de USB infectadas.
La segunda más frecuente (un 11%) se le denomina "nivdort" y supone el 11% de los ataques. Este "troyano" también ataca sistemas Windows para convertir el ordenador en un "bot". Busca información sensible como teclas pulsadas, listado de aplicaciones abiertas, historias de los navegadores web, información sobre tarjetas de crédito así como de registros en webs con nombres de usuarios y contraseñas. Llega principalmente a través de correos electrónico con archivos adjuntos maliciosos, por ejemplo, suplantando la identidad de WhatsApp, simulando un mensaje de los responsables de esta aplicación. Otro 6% de los ataques provienen de la red de "bots" creada por el troyano "ZeroAccess" y con el, los ordenadores infectados están controlados por una unidad central y se le puede ordenar cualquier tipo de actividad maliciosa. Su principal objetivo es utilizar los equipos infectados para generar "bitcoins" (moneda virtual) y el fraude en la campaña online de anuncios. Los ordenadores visitan determinados sitios o anuncios en los que la publicidad se paga por el número de accesos. Se propaga a través de páginas comprometidas de internet.
