Es una ceramista atípica, en realidad una científica que un día tuvo que elegir entre sus investigaciones y su vocación artística. Ésta la ha llevado sólo en los últimos meses a ser seleccionada para bienales, exposiciones y premios en Rumanía, Italia, Alemania, Estados Unidos? Desde ayer expone sus técnicas y herramientas en el Curso Internacional de Cerámica Contemporánea, cuya décimo octava edición se celebra en el CIFP A Xunqueira y que reúne a 30 alumnos procedentes de diferentes países.
-¿Cómo surgió su vocación por la cerámica?
-Básicamente más que artista de la cerámica soy una científica, una investigadora, soy doctora en Biología y durante 22 años trabajé como investigadora titular en la Universidad Hebrea de Jerusalén, tenía muchos alumnos y los orientaba en sus tesis de doctorado. Después durante 3 años trabajé para una empresa de biotecnología pero me tuve que operar y después de la intervención tuve que estar en casa durante un tiempo y empecé a hacer cursos de cerámica y pronto ví que me encontraba en casa trabajando con la cerámica, muy a gusto, también porque con los materiales, compuestos químicos y demás ya estaba familiarizada y me empecé a encontrar muy a gusto, y a medida que me encontraba mejor continué haciendo cursos nocturnos de cerámica mientras hacía el postdoctorado en Biología.
-Asegura que durante un periodo su vida estaba separada
-Tenía dos vidas, por la mañana en la universidad y por la noche y durante los fines de semana en la cerámica y llegado un punto cuando vi que estaba cómoda con el lenguaje que estaba usando quería que otra gente viese mi trabajo y empecé a mandar las piezas a algunos concursos, tuve suerte, empecé a ganar algunos premios y eso me animó.
-¿Cómo tomó la decisión de elegir la cerámica?
-Con el tiempo cada vez le estaba dedicando más tiempo a la cerámica y llegado un punto vi que si quieres ser buena en algo tienes que escoger una cosa u otra, estaba viviendo esa vida un poco esquizofrénica porque tenía esas dos vertientes e intentaba compaginar porque tenía un salario en la universidad hasta 2013, cuando desde la universidad me ofrecieron dirigir un nuevo proyecto de biotecnología y en este punto tuve que decidir qué es lo que iba a hacer de mi vida, porque sabía que si aceptaba ese puesto iba a tener un salario muy bueno pero tendría que olvidarme de la cerámica. Y justo en ese año, en 2013, me dieron un premio importante aquí en España y tras recibirlo me reuní con mi marido en una cafetería y llegué a la conclusión de que no quería coger ese trabajo que me ofrecían, así que decidí dejar la universidad, decidí que no quería el puesto y que iba a dejar la universidad, así que desde 2013 soy exclusivamente una artista de la cerámica.
-¿Cómo es su trabajo?
-Escultura abstracta, solo en negro y blanco e intento transmitir en las esculturas ideas de movimiento, de equilibrio y tensión, pero el equilibrio no es solo físico sino que también se trata de un equilibrio entre los distintos aspectos de la pieza, entre lo orgánico y lo natural o partes más sólidas y leves y también estoy muy influenciada por mi transfondo científico y académico.
-¿Es muy disciplinada trabajando?
-En cierto sentido, cuando se trabaja en el barro hay una fase en la que si hay una disciplina y un control sobre el proceso pero una vez que se va a la cocción, que se meten las piezas en el horno, ya dejas de tener el control sobre lo que pasa, entonces el proceso es una sucesión de control, control, control hasta que dejas de tenerlo.
-¿Qué cerámica le gusta?
-Básicamente estoy muy influenciada no por un artista cerámico sino por un escultor, Richard Serra, si observa mi trabajo puede percibir esa influencia, aunque el tiene unas piezas muy grandes y las mías a veces pueden parecer maquetas de esas piezas grandes como las que hace él.
-¿Investiga?
-Todo el tiempo, constantemente, en parte también porque es la profesión de la que procedo; ahora ya no voy a cursos ni nada sino que intento experimentar por mi cuenta y muchas veces tengo una imagen en la cabeza de a dónde quiero llegar y me esfuerzo en conseguir llegar a esas formas o a ese aspecto.
-Es la primera vez que imparte un curso en España pero ya ha recibido aquí varios cursos ¿qué le parece la cerámica que se hace aquí?
-Tienen ustedes artistas muy buenos aquí, por ejemplo el otro profesor que imparte este curso, Gregorio Peño, en general tienen muy buenos artistas.
-Sin embargo la cerámica no es un arte muy divulgado
-Es lo mismo que sucede en Israel y en otros países pero me sorprende que aquí la cerámica no sea mucho más conocida porque la tradición cerámica está mucho más arraigada aquí que en otros países como puede ser el mío.
-¿Qué aspectos trabajará en el curso que imparte en Pontevedra?
-Voy a aportar herramientas e indicaciones sobre cómo pensar, no se trata de que la gente vuelva a su estudio y haga exactamente lo que hago yo sino que daré herramientas, no tengo miedo de que la gente conozca los detalles de las fórmulas, de las cosas que yo hago, de mis técnicas, no tengo miedo que la gente me copie porque lo que pretendo es dar herramientas para que la gente pueda usarlas para desarrollar sus ideas, la técnica es solo una herramienta para traducir las ideas que tiene cada uno, me ayudan a traducir mis ideas pero cada persona las utiliza de una forma, así que no tengo ningún problemas en explicar todo lo que se y que la gente lo use.
