El incendio de Tenorio, en Cotobade, que se inició el pasado lunes por la tarde y llegó a alcanzar a la parroquia de Bora, en el municipio de Pontevedra, tuvo tres focos de inicio que terminaron uniéndose y provocando un fuego de gran envergadura que ayer había afectado a 365 hectáreas. Así lo aseguró la Consellería de Medio Rural de la Xunta de Galicia, que confirmó, además, que a esos tres focos iniciales se fueron añadiendo durante las labores de extinción otros dos: uno en Viascón, que quemó cinco hectáreas de superficie arbolada, y otro en Aguasantas, que calcinó 0,14 hectáreas de bosque.

Las llamas fueron provocadas, con "una probabilidad de un 99,90 por ciento", tal y como confirmó el teniente Álvaro Lago Lusquiños, máximo responsable de la investigación del Seprona de la Guardia Civil en Pontevedra, que ayer estuvo en el lugar de Vilanova, en la parroquia de Tenorio, donde se vivieron los momentos más críticos debido a la proximidad de viviendas.

El equipo del Seprona de la Guardia Civil estudiará los vestigios que deja el fuego a su paso. Son varios los factores a tener en cuenta, desde las carbonización de las piedras, hasta la petrificación de las ramas pasando por el bisel que permanece en las gramíneas. Todo ello lleva a determinar la dirección de un incendio.

El teniente del Seprona explicó que para realizar la investigación se lleva a cabo un recorrido inverso al seguido por el fuego. "Por eso es conveniente saber su dirección".

Lago Lusquiños subrayó que lo que más complica el conocimiento exacto del número de focos es la abundancia de eucaliptos en la zona. "Tenemos un handicap muy importante, que son los montes poblados de eucaliptos. Su hoja es ligera y vuela bastantes metros. Suelen estar incandescentes e inician otros focos secundarios que nos pueden despistar a la hora de determinar los puntos de inicio", recalca, para añadir que se trata de una circunstancia que, en ocasiones, puede confundir la investigación.

Entrevistas con los vecinos

El trabajo de los agentes ahora es localizar cuanto antes el punto de inicio para entrevistarse con los vecinos que viesen las primeras llamas. "Toda aportación de los ciudadanos nos facilita mucho el trabajo", recalcó, insistiendo en que en Cotobade se trata de una población muy dispersa.

Ya han tenido lugar las primeras entrevistas con los vecinos de la zona, aunque el Seprona asegura que "no tenemos nada sólido". Lo que sí tienen claro, por el momento, es que el fuego no se inició en el lugar de Vilanova.

La investigación podrá llevar desde días a semanas. "Depende de cómo se haya producido el inicio, ya que, por ejemplo, un mecherazo, no deja ninguna marca", informó el teniente, que diferencia ese tipo de casos de otros en los que se utilizan acelerantes, más fáciles de apreciar.

Durante toda la jornada de ayer, el incendio seguía siendo calificado en "situación 2" por parte de la Consellería de Medio Rural, una categoría que se aplica a aquellos fuegos que pueden tener un riesgo real para la población. Seguía en activo pero controlado. La noche fue algo más dura para los efectivos que trabajaron en las labores de extinción, tal y como confirmó el teniente Álvaro Lago Lusquiños.

El fuego de Cotobade se inició a las 17.20 horas del lunes y en su control trabajaron dos técnicos, 19 agentes, 24 brigadas, 10 motobombas, seis palas, 15 helicópteros y tres aviones. También colaboraron efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, UME.

Además, el Ministerio de Medio Ambiente envió ayer medios aéreos y terrestres para apoyar en las labores de extinción: tres aviones anfibios de 6.000 litros de capacidad de descarga de las bases de Lavacolla en A Coruña y Matacán en Salamanca, así como un helicóptero Kamov de 4.500 litros de descarga de la base de Ibias en Asturias y un avión de Comunicaciones y Observación de la base de Matacan, que envía imágenes aéreas del incendio en tiempo real. Para trabajar en tierra se encuentran en la zona dos brigadas de refuerzo contra incendios forestales con sus cuatro helicópteros de 1.200 litros de las bases de Laza en Ourense y Tabuyo del Monte en León.