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El material analizado muestra su idoneidad

Los estudios del dragado del río certifican el uso de los sedimentos para recuperar bancos marisqueros

El sector del mar de la ría urge a Portos a completar el proceso ambiental, tres meses después de aceptar el proyecto -Está prevista una actuación experimental en las proximidades de Tambo para estudiar los efectos

El sector del mar del fondo de la ría, en especial el del marisqueo a flote, urge a Portos de Galicia que complete de una vez el proceso ambiental del proyecto de dragado del Lérez y acomete definitivamente las obras en 2017, una vez que todo apunta a que los niveles de contaminación detectados en los sedimentos no son elevados y sería posible utilizarlos en su mayor parte en la regeneración de los bancos marisqueros ahora improductivos por la acumulación de lodos.

Así lo apuntan las cofradías del fondo de la ría, que hace tres meses fueron informadas por Portos de las características de la actuación prevista y que desde entonces desconocen el estado de la tramitación, pendiente del proceso de exposición al público de los estudios de impacto ambiental. María del Carmen Vázquez, patrona mayor de Lourizán, explicó que los estudios de los sedimentos "constatan que son buenos" para su aprovechamiento en los bancos y de hecho está previsto llevar a cabo un plan experimental en las proximidades de la Illa de Tambo. Según Vázquez Nores, las prospecciones subacuáticas comprobaron que en esa zona hay varios metros de fango que se quieren cubrir con arena extraída de otro lugares de la desembocadura del Lérez, con el fin de comprobar los efectos de esta tarea. Se arrojarán sedimentos de varios tipos, entre ellos los denominados de categoría uno, la más abundante y que no ofrece problema para su reutilización en las zonas marisqueras.

De este modo se podrá verificar el comportamiento de los bancos tras el depósito de la nueva arena y comprobar si cumplen su función, toda vez que los mariscadores reclaman también garantías de que no habrá afecciones a sus actuales zonas de trabajo. Las cofradías pretenden que se eliminen en lo posible todas las acumulaciones de fango, ya que en ellas no hay marisco pero sí se reproducen sus depredadores. Por ello, en su día se solicitó a Portos que ampliara el ámbito de actuación a lo largo del canal de navegación de la ría, ya que en varios puntos la escollera queda en seco por la concentración de sedimentos. Esta petición de dragados laterales fue aceptada, según las cofradías, que ahora urgen que se completen los trámites, toda vez que ya se acumulan varios años de espera. La patrona mayor de Lourizán confía en que este sea el intento definitivo en un proceso "cargado de burocracia en el que siempre aparece algo nuevo" que retrasa el proyecto.

Tanto el sector marisquero como de la náutica deportiva reclaman que no se demore más un dragado por el que aguardan desde hace años. Las últimas informaciones facilitadas por Portos al Club Naval apuntaba a que el inicio de las obras no se demoraría más allá del verano de 2017, una década después de que se pensara en este dragado. En 2007 la Xunta anunció que se retomaba la idea de dragar el Lérez después de una última retirada de lodos en 1999, si bien hasta 2011 no hubo pasos en firme. Portos siempre justificó este retraso en la complejidad de los trámites administrativos que son necesarios superar antes de ejecutar un dragado, así como en los numerosos informes de carácter ambiental o arqueológico que también son preceptivos.

La actuación consistirá en dos fases distintas: Una que permitirá ganar calado en el Náutico (que mantiene inoperativo uno de sus pantalanes en cuando la marea está baja y el caudal del río es menor) y otra que tiene como objetivo la recuperación de diferentes bancos marisqueros, una regeneración que era el objetivo con el que arrancó en su día este plan. Después se incorporó el dragado del entorno del puerto deportivo.

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