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Las previsiones viarias en el municipio · Un "olvido" que trastoca el calendario inicial

La falta de un estudio de impacto ambiental impide ejecutar la ronda Este desde febrero

La Diputación no puede realizar las obras de un proyecto que adjudicó en diciembre al no disponer todavía del permiso de Medio Ambiente, que acaba de iniciar el proceso de exposición al público - No hay fecha alternativa

Rotonda en la carretera de O Pino-Bora en O Marco de la que partirá la ronda de un kilómetro hasta San Mauro. // Rafa Vázquez

La ejecución de las obras de la ronda Este, entre O Marco y San Mauro, aún están en el aire. La Diputación, entidad que ejecutará este vial diseñado por el Concello, anunció su inicio para febrero pasado pero hasta el momento no se ha movido una piedra. La razón: el proyecto todavía no ha sido sometido a la obligatoria evaluación de impacto ambiental, un trámite que tendría que estar ya más que cumplido si se tiene en cuenta que este ronda se licitó hace justo un año, en junio de 2015 y se adjudicó seis meses después, en diciembre, a la empresa Elsan por 1,1 millones de euros.

La Consellería de Medio Ambiente acaba de iniciar el proceso de exposición al público de esta evaluación, un proceso que se prolongará varias semanas pese a que se tramita por la vía simplificada. Después se deberá determinar si el proyecto queda exento del análisis ambiental o si durante la ejecución de las obras es necesario adoptar medidas de precaución o de otro tipo.

El inicio de los trabajos se anunció primero para febrero pasado y se justificó un mes después el retraso en la necesidad de incorporar un plan complementario de seguridad y salud. Ya en mayo, el diputado de infraestructuras, Uxío Benítez, fijaba el comienzo para "las próximas semanas" y esgrimía la "complejidad" de las obras para justificar el retraso. Fuentes oficiales del sector del BNG en la Diputación, que se encarga de las infraestructuras, admitieron ayer que la falta de este trámite es la causa real de que las obras no hayan comenzado ya y explicaron que no es el único proyecto que se tramitó sin disponer de los permisos necesarios, tanto de Medio Ambiente como de Augas de Galicia o de Patrimonio, por ejemplo, y cita casos pendientes por estos motivos en Gondomar o Moraña. En todo caso, se atribuye esta deficiencia a la tramitación de los proyectos realizada justo al final del anterior mandato, pero que no fueron corregidas en el relevo del gobierno provincial, en julio de 2015.

Otras obras sí evaluadas

Aún así, resulta llamativo este "olvido" en el caso del primer tramo de la futura ronda urbana (que el Concello quiere prolongar en el futuro hacia el norte) si se tiene en cuenta que otra carretera similar ejecutada también por la Diputación, el enlace entre Médico Ballina y Monte Porreiro, sí fue sometido en tiempo y forma a este proceso ambiental. Se hizo en dos fases, en mayo de 2009 y en julio de 2010, ya que la carretera se ejecutó en dos tramos, de la carretera de Santiago al monasterio de San Benitiño en Lérez, y desde ahí hasta Monte Porreiro, con el puente sobre el Lérez incluido.

La ronda Este forma parte de un convenio firmado en abril de 2013 por el alcalde, Miguel Fernández Lores, y el entonces presidente de la Diputación, Rafael Louzán para crear un nuevo acceso directo desde O Pino hasta Príncipe Felipe y Montecelo. La decisión de la Consellería de Sanidade de recuperar la ampliación de este último hospital y vincular la ronda al proyecto otorga ahora especial importancia a este vial, que se convertirá en el principal eje de acceso al complejo sanitario.

Las expropiaciones de las más de sesenta fincas afectadas se llevaron a cabo hace un año y en diciembre pasado se eligió la oferta de la empresa Elsan, sin iniciar en ninguno de los dos casos el proceso ambiental. La empresa adjudicataria planteó la ejecución de esta futura carretera de un kilómetro de longitud entre O Marco y San Mauro en el plazo de siete meses y por un importe de 1.122.116, 88 euros, casi 400.000 menos del presupuesto inicial. Al no disponerse aún de un a fecha de inicio, es imposible determinar cuándo podrá entrar en servicio, si bien la Diputación confía en que la evaluación ambiental sea breve y favorable al no incidir en elementos naturales destacados.

Un carril por sentido

Estas obras contemplan la ejecución de una vía de una longitud de 970 metros con una única calzada y dos carriles de circulación (de 3,50 metros cada uno), con arcenes de un metro y una senda peatonal para ciclistas y peatones de cuatro metros de ancho. El trazado se iniciará en una glorieta del desdoblamiento de la PO-542, entre O Pino y Bora. A partir de ahí la nueva vía tomará dirección noreste y, ascendiendo con una pendiente máxima del 8,5%, alcanzará la calle Pedra do Lagarto, de titularidad provincial, en la que se levantará una nueva rotonda. A partir de ella la pendiente se suavizará, discurriendo por una zona de vaguada, hasta finalizar en una tercera glorieta, que se construirá sobre la carretera de Ponte Caldelas, la PO-532 en las cercanías del acceso actual al complejo Príncipe Felipe y Hospital Montecelo. Este entronque se modificará para realizar la nueva conexión.

Las secciones tipo que se proyectan para estas dos rotondas constan de una calzada con dos carriles de 4,5 metros cada uno y arcenes de un metro. La primera presenta un diámetro exterior de 42 metros, mientras que la segunda, que consta de cuatro accesos y deja previsto un quinto para una hipotética prolongación de la ronda Este hacia el Norte, dispone de un diámetro exterior de cincuenta metros. Su ejecución no solo abrirá un acceso directo a Montecelo, sino que evitará el uso actual, por parte de abundante tráfico, de las rúas das Olivas y das Pereiras, muy estrechas y sinuosas.

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