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El plan de compostaje llegará en otoño a más de 12.000 vecinos de Campolongo y Monte Porreiro

El Concello iniciará el próximo mes las primeras experiencias pero las extenderá a barrios completos tras el verano -La Diputación asigna al municipio siete maestros composteros

Los maestros composteros, ayer con Carmen da Silva y César Mosquera. // R. Vázquez

La totalidad de vecinos de Monte Porreiro (al menos ocho mil) y de Campolongo (un mínimo de cuatro mil) comenzarán el próximo otoño a separar en casa sus basuras con el fin de reciclar los restos de comida para su conversión en compost. Tras las experiencias-piloto del próximo mes de junio en una parte de Monte Porreiro y otra de Campañó, tras el verano el nuevo sistema de residuos sólidos que propugna el Concello para todo el municipio se aplicará de forma absoluta en aquellos dos barrios urbanos e incluso podría extenderse a otras áreas si así lo deciden sus asociaciones de vecinos.

Pese a que el sistema en marcha aún presenta numerosas lagunas, en especial la falta de una planta propia de compostaje, el gobierno local se muestra dispuesto a acelerar al máximo su implantación, de la mano de la Diputación, que ayer asignó al municipio capitalino siete maestros composteros formados por la entidad provincial y que se encargarán de coordinar y dirigir las instalaciones comunitarias que se instalarán en cada barrio: unos veinte en Monte Porreiro y alrededor de quince en Campolongo, con una distancia de unos 200 metros entre cada uno, aproximadamente.

Los concejales Carmen da Silva y César Mosquera, vicepresidente de la Diputación y "alma mater" de este plan de compostaje, presentaron ayer a estos profesionales, divididos en tres equipos de trabajo que comenzaron ya la pasada semana a elaborar los programas de implantación del sistema. Se trata de determinar el número de viviendas y residentes, la ubicación de los composteros comunitarios, los productores singulares de cada zona, los recorridos y rutas y todos los modelos para el pleno funcionamiento del nuevo plan. Paralelamente, el Concello trabaja en diseñar las rutas de recogida de la basura en camiones, las ordenanzas fiscales y municipales que regirán todo el proceso, la adquisición de los composteros, individuales y colectivos, y en establecer las bases del futuro contrato de basuras, si bien este último apartado aún está poco avanzado.

De entrada, la Diputación entregará el próximo mes de junio los recipientes colectivos para los planes experimentales de Campañó y Monte Porreiro, lugares elegidos por la demostrada colaboración vecinal. Sus resultados servirán de base para la extensión del modelo a todo el municipio de manera paulatina, si bien ya está decidido que todo el barrio de Monte Porreiro y el de Campolongo dispondrán de este nuevo sistema tras el verano. En este último caso, la decisión se adoptó a raíz del reciente acuerdo de la asamblea de vecinos San José. En todo caso, aún está por definir la ubicación de cada compostero, trabajo que ultiman los maestros formados por la Diputación, cuya base de operaciones se ubica en el edificio municipal de la calle Santa Clara.

Cuatro mujeres y tres hombres son los que se encargan de ese diseño y ayer recibieron sus carnés identificativos para mostrar a los vecinos durante su trabajo, ya que se requieren visitas a domicilios, encuestas y otras labores.

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