La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, explicó ayer que el protocolo suscrito con el Ministerio de Fomento para recuperar 18 castros en la provincia (entre ellos los de A Lanzada, en Sanxenxo; Castrolandín, en Cuntis; castro da Subidá de Marín; Alto da Cruz do Castro, en Cotobade; y Penalba, en Campo Lameiro; en la comarca de Pontevedra) sigue los plazos previstos.

Así, ayer comenzó el trabajo de evaluación de las más de 40.000 piezas arqueológicas halladas en la excavación del Castro de Santa Tegra, mientras que están en marcha las excavaciones en el Castro Alobre de Vilagarcía y pronto se actuará en Adro Vello, en O Grove. Estas son tres de las seis localizaciones arqueológicas galaico-romanas en la provincia en las que este proyecto de puesta en valor incluye labores de excavación e investigación de los yacimientos. Entre estos seis se encuentra el castro de A Lanzada en el que Silva confirmó que las excavaciones, que se retoman en este enclave después de seis años, se iniciarán el próximo mes de junio.

La intención es convertir este castro en una referencia para explicar el comercio en la antigüedad puesto que en el pasado aportó datos importantes relativos a materiales llegados desde lugares como Palestina a Italia o Túnez. Es la primera factoría de salazón del noroeste Peninsular y un yacimiento ocupado desde el siglo IX a. C. al XV d. C., en donde se localizan un poblado, una villae romana, una necrópolis, además de la capilla y torre medieval.

La presidenta confirmó que técnicos de Fomento están ya en Pontevedra para visitar a lo largo de los próximos días el resto de los 18 yacimientos que se incluyen dentro de este convenio para planificar los trabajos que se van a llevar a cabo, así como un cronograma de trabajo en los yacimientos sobre los que todavía no se ha actuado.

Las labores en estos castros que no serán excavados incluyen desde labores de limpieza, mantenimiento hasta actividades de promoción, creación de ambientes museográficos y el registro digital de los yacementos en 3D. La institución provincial pretende que estos enclaves sirvan para impulsar todavía más el atractivo turístico de las Rías Baixas.