Los bancos marisqueros de la ría pontevedresa ya son los que más días de cierre por toxina acumulan este año en el conjunto de Galicia. El fondo de la ría (zona Pontevedra V) ha sufrido hasta ayer 46 días de clausura durante este 2016 y la zona que rodea a Tambo (Pontevedra IV) suma ya 44 días sin actividad en lo que va de año. También el banco marisquero denominado Pontevedra II ha sufrido en este 2016 un total de 38 días de cierre, con lo que todos ellos, principalmente los dos primeros, encabezan el ranking de bancos marisqueros clausurados en lo que va de año, según los datos que ofrece el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Marítimo de Galicia, Intecmar.

A las playas pontevedresas se suman también las zonas de bateas delimitadas en la costa de Poio, dos de ellas con 63 y otra con 54 días cerradas, atendiendo a sus tres subzonas. La peor consecuencia de este triste liderato es la pérdida de ingresos de los trabajadores del marisqueo, que dejan de ganar dinero cada día que los bancos permanecen cerrados.

Las jornadas improductivas que acumulan en este año algunos de estos bancos representan ya casi la mitad de los días que estas zonas permanecieron cerradas durante todo el año anterior. Así, las zonas Pontevedra IV y V (Tambo y fondo de la ría) han permanecido clausuradas hasta este 15 de mayo de 2016 un total de 44 y 46 días, cuando en los doce meses de 2015 estuvieron cerradas 86 y 85 respectivamente, según los datos de Intecmar. Los mariscadores que faenan en las zonas Pontevedra I, II y III no pudieron acudir a trabajar durante el pasado año un total de 140, 30 y 81 días, entre enero y diciembre del pasado año. La zona Pontevedra I, entrada de la ría, está cerrada ayer.

Por su parte las tres subzonas de cultivo de mejillón de Portonovo se vieron obligadas a cerrar en 2015 por la presencia de biotoxinas un total de 164,236 y 224 días respectivamente.

Producción

Estos cierres están provocando una caída significativa tanto de la producción como de las ventas en algunas de las lonjas de la ría pontevedresa. Las que más lo acusan son las lonjas de Portonovo y Pontevedra. En el primer caso, entre el 1 de enero y el 14 de mayo de 2016 se habían vendido 565.784,43 kilos de pescado y marisco, que representa un importe de 538.757,44 euros vendidos en lonja. En el mismo período del año anterior, en la lonja de Portonovo se despacharon 1.133.807,09 kilos de producto, lo que representó un volumen de negocio de 845.239,25 euros.

En la lonja de Pontevedra, con una actividad mucho menor que la de Portonovo, se facturaron este año -según los datos provisionales contabilizados hasta ayer-, 12.921,70 euros, por un total de 1.2010,90 kilos de pescado y marisco. En este mismo período de tiempo en el año 2015 se facturó un total de 19.819,90 euros, por 1.438,30 kilos de pescado y marisco.

Marín y Campelo

Las caídas son menos significativas en la lonja de Marín. En el período 1 de enero a 14 de mayo de 2016 se vendieron en esta plaza 458.437,47 kilos de pescado y marisco, que produjeron unas cifras de negocio de 1.100.223,62 euros, frente a los 489.665,05 kilos y 1.103.681,83 euros facturados en el mismo plazo de 2015.

En Campelo, sin embargo, las cifras resultan positivas en esta comparativa. En el período citado la lonja de Poio vendió 98.785,36 kilos de producto, con un volumen de negocio que alcanzó los 868.253,29 euros en 2016, frente a los 52.877,21 kilos y 459.489,08 euros facturados en este mismo período de 2015.

Los trabajadores de las playas vienen denunciando la caída de sus ingresos debido a la contaminación de las aguas en la ría, a lo que se suma el retraso en cobrar las compensaciones económicas por cierre de los bancos.