La oferta de suelo empresarial en la comarca está muy lejos de agotarse pese al notable crecimiento que ha experimentado en los últimos meses el polígono de A Reigosa. Al margen de terrenos en la zona del Umia o en Sanxenxo pendientes desde hace años de desarrollo, la principal oferta de este tipo de espacios se concentra en el parque de Ponte Caldelas y, especialmente en el de Barro-Meis (aunque solo ocupa terrenos del primero de los municipios) y que gestiona la Diputación desde 2004. Doce años después de aquellos inicios, este polígono apenas ha vendido hasta ahora 27 parcelas (15 de ellas a Froiz) que suman algo menos de 100.000 metros cuadrados y todavía tiene en oferta otros 49 solares, por un total de 156.000 metros cuadrados, una cifra elevada sobre todo si se tiene en cuenta su idónea ubicación, bien comunicada. El precio, más de cien euros por metro cuadrado, es su principal desventaja.
El desarrollo de Barro-Meis es mucho más lento de lo esperado y muchos son los que apuestan por la implantación del futuro centro logístico de Froiz para relanzar la actividad del parque y que la empresa de distribución sirva de "tirón". De hecho, desde que se anunció la compra de 70.000 metros cuadrados ya se han cerrado algunos acuerdos, pero la ocupación real sigue siendo muy escasa. El proyecto de Froiz se puso en marcha a finales de 2014, cuando la empresa radicada en Poio adquirió esas 15 parcelas, pero dos años después, aún no hay obras. El alcalde de Barro, Xosé Manuel Fernández Abraldes, recordó que fue necesaria una modificación urbanística de la zona elegida para dar encaje al proyecto de la empresa, pero ese proceso se solventó hace tiempo. Ahora están pendientes unos "trámites notariales" que tan pronto como estén resueltos, abrirían la puerta a la petición de licencia. No obstante, el alcalde señala que en la zona ya se llevaron a cabo tareas de limpieza y desbroce.
Esas parcelas se ubican muy cerca de la estación de peaje de la AP-9, entre la propia autopista y la autovía do Salnés, en la zona Norte del polígono, mientras que las demás parcelas adquiridas se concentran al sur de este último vial. Además de las 76 parcelas empresariales, 49 de ellas aún en venta. Barro-Meis cuenta con al menos 25.000 metros cuadrados más para equipamientos, aún sin ocupar.
Según el diseño inicial que la empresa presentó en su día, y para el que podrá pedir autorización municipal, tan pronto resuelto los últimos flecos jurídicos, se pretende ejecutar una gran nave empresarial de 21.000 metros cuadrados para producto seco, y otras dependencias de 6.000 metros para mercancía en fresco. En la primera parcela, de 44.826 metros cuadrados, se propuso edificar una nave logística para producto seco de 20.000 metros en planta; un anexo a la nave principal para carga de baterías y pallets; un edificio para comedor y vestuarios de 260 metros; una garita de control de accesos; una instalación para abastecer gasóleo a camiones de 415 metros; y un túnel de lavado de camiones de 165 metros. En esta parcela, las zonas ajardinadas totalizan 2.800 metros y el resto serán pavimentaciones para maniobras de camiones, párking y zonas de circulación. En la segunda parcela, de 27.847 metros, edificará una nave de producto fresco de 6.000 metros cuadrados y 12,5 metros de alto, y una garita de control de accesos. Las zonas ajardinadas ocuparán 1.800 metros cuadrados y el resto será zona de párking y circulación. Además, el grupo prevé dotar al complejo industrial de una guardería y de un comedor para servicio de los trabajadores.
Froiz dispone en la actualidad de instalaciones en Poio, con dos almacenes, en el Puerto de Vigo, para pescado y marisco fresco; en Lérez, para productos congelados; en Nigrán, para chacinería; en Valladolid y Braga (Portugal), para atender al mercado de Castilla-León y luso respectivamente.
