Los buenos resultados de las dos campañas anteriores, especialmente la de 2015, ha llevado al Concello a emprender por tercer año consecutivo el programa de control de las poblaciones de gaviotas y palomas en el centro urbano, cuya proliferación ocasiona molestias a diario, en especial en las terrazas de los bares, y supone también un riesgo de enfermedades. Los especialistas de la empresa Larus Control, la misma de los dos ejercicios anteriores, han comenzado ya su trabajo, con la instalación de jaulas para la captura de palomas en los enclaves urbanos donde más abundan estos animales: A Ferrería, plaza de España y Montero Ríos. Y también se ha iniciado la visita de más de 300 tejados para la retirada de nidos y huevos de gaviota. Se opta por acudir a los mismos edificios del pasado año ya que estas aves suelen repetir los lugares donde anidan. En todo caso, también se atenderán las peticiones que lleguen a la Concejalía de Sanidade Animal con quejas de personas con nidos en sus inmuebles.

Se eligen como siempre los meses previos al verano porque es en esta época cuando se reproducen estas aves y porque es el momento en el que comienzan a multiplicarse las terrazas en el casco urbano, una de los principales "escenarios de caza" de estos animales. Según la empresa, en estas semanas las gaviotas ya están comenzando a instalar sus nidos y la idea es retirar la primera puesta, antes de que eclosionen sus huevos. De hecho, este año se adelantó una semana el inicio de los trabajos para evitar que al visitar los tejados los huevos hayan eclosionado ya y los nidos estén ocupados por los pollos, como ocurrió en 2014. No es posible, además, actuar contra los ejemplares adultos y con la eliminación de los huevos se consigue que, al menos, no crezcan las colonias.

En cuando a las palomas, la campaña apuesta por la instalación de jaulas de captura en las plazas de España y Ferrería, ya que en este caso la eliminación de nidos es muy difícil al instalarlos en cornisas y fachadas de acceso muy complejo. En uno de sus censos realzado hace un par de años, llegaron a contabilizar, a las tres de la tarde, en una cornisa de A Ferrería, 284 ejemplares todos juntos. Al respecto de estas aves, los especialistas de Larus desaconsejan arrojar maíz al suelo para atraer a las palomas, ya que estas aves urbanas albergan parásitos como ácaros de los que se desprenden cada vez que aletean con fuerza, y "portan enfermedades que pueden ser graves para asmáticos y personas con problemas pulmonares".

Los trabajos se aprovechan también para localizar aquellos inmuebles abandonados que se han convertido en "palomares". Se trata de edificios que si bien exteriormente pueden parecer en buenas condiciones, "el hecho de que tengan un cristal roto y estén deshabitados los convierte en emplazamiento ideal para las palomas".

En 2014, primer año de aplicación de esta campaña, limitada entonces solo a las gaviotas, se retiraron unos 120 pollos en 90 tejados visitados. Fue el pasado año cuando este plan de control alcanzó cifras mucho más elevadas, ya que se retiraron 356 huevos de gaviota y un total de 261 nidos, que se eliminan en su totalidad con el fin de evitar que las aves regresen a ese mismo emplazamiento para una segunda puesta. Además se retiraron 76 pollos en 316 tejados visitados. En cuanto a las palomas, las jaulas instaladas en A Ferrería, Montero Ríos y la plaza de España permitieron capturar 220 aves. Todas estas cifras se tratarán de repetir, e incluso superar en los próximos dos meses.