La Audiencia Provincial de Pontevedra juzgará la semana próxima a G. C. T. A., un empleado de banca que está acusado de desviar una cantidad que supera los cien mil euros de cuentas de clientes que tenía en una sucursal de Ponte Caldelas para una cuenta a nombre de quien entonces era su compañera sentimental para luego apropiarse de esta cantidad de dinero.
Según el escrito de acusación del fiscal, entre mediados del año 2006 y mediados de 2008 este empleado de la oficina del banco Caixa Geral llevó a cabo una serie de operaciones de traspaso a estas cuentas de su pareja, quien no consta que tuviese conocimiento de los mismos. Y es que el fiscal sostiene que fue él mismo quien abrió esta cuenta a nombre de su pareja sentimental a la que desviaba estos fondos.
Según explica, en todos los casos la retirada de fondos se realizaba de cuentas abiertas por personas que "siendo oriundas de Ponte Caldelas residían sin embargo en Brasil de tal forma que no ejercían un control constante sobre la marcha de sus cuentas", tal y como había desvelado ya FARO en una información publicada en diciembre de 2009.
El acusado realizó así numerosos traspasos de cantidades de las cuentas de cuatro personas hasta sumar esta cantidad de cien mil euros. Los afectados no reclaman la devolución de las mismas al haberles sido reintegradas estas cantidades por el banco Caixa Geral, explica el Ministerio Público. Sí solicita que el acusado indemnice a la entidad crediticia en este montante de 100.721 euros. Añade que el acusado llevó a cabo otros traspasos no autorizados entre cuentas de distintos clientes para ocultar las anteriores operaciones, aunque sin llegar a apoderarse del dinero.
Seis años de prisión
La Fiscalía considera al acusado autor de un delito continuado de falsedad en documento mercantil y de otro de apropiación indebida agravado por cantidad de especial gravedad por lo que solicita que se le imponga una pena de seis años de prisión.
