La decisión del BNG de retirar de su próximo modificación de crédito una partida de 400.000 euros para comprar composteros ha abierto la puesta a aprobar el resto de capítulos de este proyecto presupuestario, que suma alrededor de millón y medio de euros. Ante el rechazo general de los demás grupos municipales a esa compra para poner en marcha el nuevo plan de basuras municipal, el BNG se ha visto obligado a aplazar la operación, si bien aclara que "no se renuncia a ella".
Con esa decisión, alguno de los integrantes de la oposición, en concreto Ciudadanos, se ha mostrado dispuesto a aceptar el resto de las propuestas del gobierno local, entre ellas la reserva de algo más de 200.000 euros para adquirir el solar de las antiguas instalaciones de Malvar en Mollabao, y otra parcela privada en O Burgo. La concejala María Rey aclaró ayer que su rechazo inicial a la modificación de crédito se centraba en el asunto de los composteros, pero una vez retirado ese punto, se muestra de acuerdo con esas dos compras de fincas "ya que son demandas de los vecinos". También acepta los otros capítulos, en concreto el pago de expropiaciones en Pasarón y A Parda, la reserva de 174.000 euros para abonar el último plazo de la futura ronda urbana, que ejecutará la Diputación, y medio millón más para amortizar deuda. Rey recuerda que "son obligaciones municipales a las que debemos hacer frente y nosotros no estamos aquí para hacer la política del no por el no, como hacen otros".
Por tanto, con el voto favorable, e incluso la abstención de C´s, en el pleno del lunes, el BNG podría sacar adelante su propuesta, sin incluir los composteros, si bien el alcalde, Miguel Fernández Lores, ya adelantó que buscarán otras vías para comprarlos. El PSOE también podría variar su voto y optar por la abstención, pero el PP insiste en rechazar la modificación de crédito, "sea como sea porque pedimos a cambio una rebaja de la presión fiscal".
