Después de la enésima operación policial en el conocido como "el supermercado de la droga" de Galicia, las fuerzas de seguridad y la propia Fiscalía destacan un elemento diferenciador de esta última intervención en el poblado de O Vao con respecto a las anteriores. Se trata del lugar en el que estaban ubicadas las viviendas en las que supuestamente se daba esta frenética actividad de venta de dosis de estupefaciente (los guardias civiles realizaron 17 incautaciones a consumidores en los días previos): se localizan en O Vao de Arriba. "Esta operación lo que demuestra es que en esta parte del poblado también se vende droga", indicaban ayer fuentes de la Fiscalía.

Quienes conocen el poblado señalan que existen dos mundos completamente distintos a un lado y a otro del camino que divide en dos el asentamiento chabolista. Familias distintas, pertenecientes a clanes distintos y también con dedicaciones diferentes. En los últimos años se había asociado el trapicheo de droga con el asentamiento de O Vao de Abaixo, al que solían acudir un mayor número de consumidores y donde se repitieron las redadas de la Policía Nacional y la Guardia Civil a lo largo de los últimos años. Algunas de ellas acabaron con la detención de miembros de conocidos clanes familiares que se dedicaban, supuestamente, a la venta de estupefacientes en el poblado. Sin embargo, O Vao de Arriba tenía mejor fama. Las detenciones de ayer confirman que la droga ha penetrado en esta parte del poblado y ahora tan solo resta esperar a ver si la reciente operación policial logró extirpar el tumor o el cáncer tan solo ha sido detectado y sigue con su proceso de metástasis.

Por el momento, hay quien llama la atención sobre otro elemento: La recepción que brindó O Vao de Arriba a los agentes que ejecutaron el operativo. En alguno de los más recientes desarrollados en O Vao de Abaixo los policías nacionales tuvieron que realizar las detenciones bajo una lluvia de piedras. El lunes de madrugada nadie movió un dedo en el vecindario para evitar las detenciones. Silencio y tranquilidad casi absoluta.

Otro de los mensajes que deja la operación, por exiguos que puedan parecer los resultados, es que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil continuarán vigilando la venta de droga en el poblado. Pensar que O Vao pueda dejar de ser el supermercado de la droga en Galicia de un día para otro parece un espejismo pero fuentes de la Fiscalía insisten en que las operaciones contra las mafias de trapicheros que actúan en el poblado continuarán y habrá más detenciones. "No puede haber sensación de impunidad para quien vende droga en O Vao", indicaban ayer desde el Ministerio Público.

Desde la Fiscalía se lanzaba este mensaje después de reconocer que la escasa cantidad de droga interceptada durante los registros en estas dos chabolas (unas cincuenta dosis de cocaína) impedían pedir medidas cautelares más contundentes contra los seis detenidos. Lo cierto es que nunca se suelen interceptar grandes alijos en O Vao, en donde se guarda lo suficiente para poder atender la demanda diaria.

Los seis sospechosos fueron puestos ayer a disposición del titular del juzgado de instrucción número 2 de Pontevedra. Los seis se acogieron a su derecho a no declarar y fueron puestos en libertad aunque investigados como supuestos autores de un delito de tráfico de drogas. A la salida del edificio judicial de A Parda eran recibidos por un gran número de familiares y conocidos que les estaban esperando.