La Guardia Civil investiga un robo perpretado en el restaurante O Desvío en la parroquia caldense de Godos. Los ladrones causaron diversos daños en el local y se hicieron con el botín de la máquina tragaperras tras forzarla. Con este nuevo robo suman ya seis el número de establecimientos comerciales que fueron víctimas de una ola de saqueos que se iniciaba hace mes y medio de la que se cree que está detrás el mismo número de personas.
El suceso ocurrió en la madrugada del pasado domingo. "Cerramos el bar a las tres de la mañana y cuando volvimos el domingo por la mañana para volver a abrir ya vimos la entrada forzada y la tragaperras desarmada", señalaba ayer la propietaria de O Desvío, Cristina Rivas. Según relató, los ladrones accedieron al interior del local para hacerse con el cajón de la recaudación de la máquina de juegos de azar.
Las primeras estimaciones apuntan a que el botín de los ladrones podría alcanzar los 1.000 euros, ya que el miércoles de la semana pasada la empresa que gestiona las tragaperras había recaudado el dinero de varias semanas de juego. Apunta Rivas que los autores del robo forzaron la verja exterior y la puerta, al parecer, con una pata de cabra. "Además de la máquina tragaperras, de la que hasta se llevaron los cajones del dinero, fue el único daño. No eché en falta ningún otro daño ni que se llevaran algo más del bar", señala sorprendida la propietaria de O Desvío.
Este bar-restaurante abría las puertas a principios de año. "Es la primera vez que sufro un robo así y espero que sea el último", señalaba Rivas. Precisamente la propietaria del bar estaba esperando estos días a que le colocasen la alarma del local. Actualmente tiene que cerrar el bar con un candado hasta que arreglen la entrada.
Rivas señalaba sentirse "intranquila" debido a la ola de robos que se está viviendo en el municipio en el último mes y medio, prácticamente todos con las mismas características: entran en establecimientos hosteleros y su objetivo es la máquina tragaperras.
El primero de ellos sucedió en la calle de A Pena, en el casco urbano de Caldas, en el bar Pena da Auga. Le siguió también en el centro el del bar restaurante Castro, en la avenida Dolores Mosquera. Al que le siguió el robo en zapatería Piñeiro, en la calle Laureano Salgado, y otro de una máquina tragaperras en bar O Coxo, en Godos. El penúltimo caso de robo se produjo el 14 de marzo, en el bar Varadoiro, donde accedieron rompiendo una luna y dejaron atrás una llave grande y un destornillador.
