Reivindican su profesión y el emprendimiento femenino con una propuesta para ofrecer servicios que potencien la igualdad, la cultura gallega, la interculturalidad o las nuevas tecnologías entre la población en riesgo de exclusión social y la sociedad en general. "Estamos muy contentas de presentar la primera empresa de Educación Social porque casi todas son tecnológicas. Y optamos por una cooperativa para evitar la jerarquía de una empresa", aclaran.