Ni una semana ha durado el primer cierre del marisqueo en la ría en ocho meses por la presencia de toxinas lipofílicas. El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) decretaba ayer el levantamiento del parón para moluscos infaunales en las zonas IV y V de la ría, donde más de 800 trabajadores de las cofradías de San Telmo, Lourizán y Raxó se dedican directamente a la extracción de bivalvos. Aunque la medida es firme, los propios mariscadores señalan cautela, ya que ni los de a pie ni a flote saldrán a faenar hasta el próximo lunes. "Es suficiente tiempo como para que llegue un nuevo cierre", señalaba ayer la patrona mayor de la cofradía de Lourizán, María del Carmen Vázquez.

"A ver cuánto dura esta apertura. Te quedas con el miedo a que la vuelvan a cerrar pronto y pueda ser por mucho tiempo", señala la representante de Lourizán. En el recuerdo de muchas mariscadoras está presente 2014 y la primera mitad de 2015, con constantes cierres prolongados por la presencia de las toxinas. "Es el miedo de todos los años", señala.

El cambio de vientos, con la aparición del norte, pudo contribuir a que no se extendiese por la ría la biotoxina lipofílica, que era detectada a finales de la semana pasada. "Le favorece este cambio porque la echa fuera de la ría", explica Vázquez. A pesar de ello, por cuestión de la marea, las mariscadoras se quedarán sin extraer el producto hasta el próximo lunes y no descartan que Intecmar realice antes otro análisis.

Los mariscadores de a flote tampoco saldrán a faenar, al menos, hasta el próximo lunes. Las cofradías acordaron recientemente coordinar los días de extracción de las 40 embarcaciones que continúan en activo, debido a la alta mortandad que presentan la almeja babosa y el berberecho en la ría ya que de este modo podrán reajustar precios al haber mayores cantidades en la lonja de Campelo.