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Ángeles Diez Rodríguez: "Hay que rescatar la política de los políticos, que son solo gestores de poderes financieros"

"En este país hay traumas que no están resueltos, que son de calado, de fondo"

Ángeles Díez, que hoy participará en la Semana de Filosofía. // R. V.

Superado su ecuador, la Semana Galega de Filosofía contará hoy con la socióloga y politóloga Ángeles Diez, que analizará en la sesión de noche, la más divulgativa y pensada para el público en general, el escenario de la política actual.

-"La mediocracia, la banalización del político y el show electoral" es el título de su conferencia.

-La he titulado así porque resume el planteamiento que yo hago, que es que a diferencia de lo que ocurría hace unos años, cuando los medios de comunicación lo que hacían era publicitar a los partidos políticos y a sus líderes, hoy en día los medios están construyendo al político, construyen el discurso y por tanto la política.

-¿La banalización de la política es un resultado de esa mediocracia?

-También de un proceso de largo alcance que se produce en los últimos años en las sociedades contemporáneas, ahora mismo las redes sociales, las comunicaciones entre las personas, la interacción cara a cara, incluso el espacio de lo público y político ha sufrido una especie de superficialización, todo se ha convertido en mera forma, en mera presentación de, no se ha hecho un trabajo por fundamentar y consolidar todo lo que significan los contenidos, se ha prestado mucha más atención a la forma y esto ha afectado a la política y también a nuestra forma de vida y de relacionarnos, por eso hablo de banalización, que tiene que ver con la superficialidad, con algo que además es coyuntural, tiene un tiempo corto.

-¿Esa superficialización afecta solo a la vida política?

-No, se sufre en el ámbito de lo político pero afecta también al ámbito de lo social y las comunicaciones; los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad en alimentar y retroalimentar este proceso en el que lo importante es cómo nos presentamos y qué es lo que somos.

-La permanente exposición en las redes sociales (en la piscina, con los hijos, la mascota, el cuñado?), la exhibición de lo privado, el "trending topic" (como si la mera tendencia significase algo) ¿Qué es todo esto?

-Es la otra parte, que es la espectacularización, cuando hablo de show hablo de eso, del espectáculo, que tiene un objetivo que tiene un objetivo, que es captar la atención. La pregunta que usted se hace ¿para qué? Pues no importa, lo importante es captar durante un tiempo determinado a una audiencia, a un público y en este caso a un votante. Que al cabo de unos segundos en el caso de un anuncio publicitario o de 100 días en el ámbito de la política hay unos votantes que están totalmente frustrados y que se sienten estafados no importa, lo más importante es causar ese impacto en sí mismo, tiene ese valor de conseguir determinada atención, determinado apoyo a un partido político o a un líder de un partido, y en eso se ha convertido también la política, en un show permanente en el que lo importa es captar la atención.

-¿Captar la atención a partir de realidades? Por otra parte no deja de ser una pretensión clásica de, por ejemplo, el periodismo.

-Es que no es captar la atención sobre realidades sino sobre la base de las esperanzas y las, llamémosles así, falsas ilusiones, porque detrás de esa espectacularización muchas veces lo que existe es mero show, solo tener a la gente como meros espectadores.

-¿Mandan los políticos o mandan los lobbys financieros?

-Llevo mucho tiempo estudiando el ámbito de la política y el problema es que la política se ha convertido en mera gestión, mera técnica, gestión y administración ¿De qué? De la economía, eso es lo que ha hecho que tengamos esa expresión coloquial de que los políticos mandan poco, en realidad los políticos ahora mismo lo que hacen es gestionar, y lo hacen a favor de unos o de otros, por eso defiendo que hay que recuperar la política en su sentido originario; la política tiene que ver con la toma de decisiones, con actuaciones colectivas, con defensa del bien común y eso es lo que hay que rescatar, hay que rescatar a la política de los políticos porque solo son gestores al servicio de los poderes financieros y económicos que son hegemónicos en cada momento.

-Se habla de nueva política y hay quien dice que lo que se debe recuperar es la idea clásica de política.

-Claro, pero primero hay que definir qué es esa idea clásica de política, porque hay políticos que también nos confunden, usan una terminología muy manipuladora, suelo hablar de palabras máscara, que en realidad lo que hacen es ocultar lo que hay detrás, cuando muchos líderes políticos hablan de recuperar la política en realidad de lo que están hablando es de canalizar a los votantes a sus propias formaciones, eso no es recuperar la política. La política tiene que ver con la toma de decisiones por parte de la gente y con una capacidad que han de tener los pueblos de obligar a los políticos a que cumplan sus promesas electorales; si no creamos esos mecanismos da igual que tengamos un discurso muy reivindicativo y que hablemos de recuperar la política y dar voz a la gente, dar voz a la gente, bueno, ya lo hacen incluso los medios de comunicación cuando a través de los hashtag le piden a la gente que opine, eso no tiene nada que ver con la política, opinar no es hacer política, que te escuchen no es hacer política, hacer política tiene que ver con el control de los destinos y la recuperación de la soberanía, es decir que la voluntad popular sea realmente una obligación para el ámbito de lo público y lo político.

-¿Hay esperanza?

-No es cuestión de esperanza, lo que creo que hay que hacer es un buen diagnóstico, cuando muchos jóvenes se decantan por esa vía de las redes sociales en realidad están mostrando un síntoma, el síntoma de que hay una necesidad de comunidad, de hablar, de pertenecer a un grupo y las redes sociales lo que significan es que el propio sistema ha creado un sucedáneo para aplacar, mediatizar esa necesidad que tenemos de comunicarnos, de ser protagonistas, de hacer. Creo que en cualquier momento (y más en una sociedad como la nuestra que todavía tiene un pasado muy importante de relación social, comunicación e interacción cara a cara, de espacio físico y contacto porque culturalmente somos sociedades muy dadas al desarrollo de comunidades) muchos de esos jóvenes sentirán la frustración que significa la mediación virtual y volverán, como ya ocurrió en el 15-M, que se decía que en él eran importantes las redes sociales pero realmente detrás lo que había era un ocupar las calles, las plazas, comunicarse, hablar, decidir, eso va a volver a surgir porque como pueblo tenemos esa necesidad.

-¿Considera que se está preparando un cambio social?

-No sé si realmente se está preparando, creo que las movilizaciones en este país en los últimos años, y no solo el 15-M sino anteriormente todo lo que significaron las movilizaciones a raíz del Prestige, para limpiar las playas de Galicia, las protestas de 2003 contra la guerra de Irak y después el 15-M son síntomas de que hay traumas que no están resueltos en este país, que son de calado, que son de fondo y que en cualquier momento un hecho, que no sabemos qué es ni cuándo se va a producir, puede catalizar de nuevo esa reivindicación, esa movilización social y sacar de nuevo a la gente a las calles.

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