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3.389 héroes anónimos

Los pontevedreses suponen el 3,4% de potenciales donantes de órganos de Galicia tras un año en el que se incrementaron los trasplantes en un 22%

Una campaña de tarjeta de donantes de Adrovi. // Rafa Vázquez

Un total de 3.389 vecinos de Pontevedra son capaces de hacer milagros: poseedores de una tarjeta de donación de órganos, a su muerte podrían salvar la vida de otras muchas personas. Otros optan por la donación en vida, en este caso de médula ósea o de sangre. En el primero de los casos, estos pontevedreses suponen el 3,4% de potenciales donantes de toda Galicia, una cantidad que pueda parecer poco, pero todo cuenta para permitir llevar a cabo los 338 trasplantes que realizaron los hospitales gallegos en todo 2015, unas intervenciones que se incrementaron en un 22% con respecto a 2014.

"Hay una mayor concienciación de la necesidad de donar y somos cada vez más solidarios", destaca el presidente de la Asociación de Donantes de Órganos de Vigo y Pontevedra (Adrovi), Celso García. Y es que Pontevedra encabeza la lista de provincias de Galicia con mayor número de tarjetas de donantes, al reunir a casi el 50% de los gallegos predispuestos a compartir después de muerto sus órganos para salvar la vida de otra persona. Dentro del área de influencia de Pontevedra destacan las 992 tarjetas de donantes realizadas en Marín, 538 en Poio, 482 en Sanxenxo, 480 en Caldas, 170 en Cuntis, 142 en Vilaboa, 125 en Moraña, 101 en Ponte Caldelas, 97 en Portas, 93 en Cotobade, 86 en Barro y 66 en A Lama.

Según los datos de la Oficina de Coordinación de Trasplantes, se produjeron 35 donaciones de órganos cadáver en Pontevedra durante 2015, para un total de 109 en toda Galicia, colocando a la comunidad autonómica con el mayor número de donantes en un año, con un incremento del 20% con respecto al 2014.

La búsqueda de potenciales donantes y el de intervenciones por trasplantes no cesa. "No todo el mundo termina donando sus órganos por lo que no llegaría para cubrir toda la demanda de intervenciones", explica el presidente de Adrovi, la asociación que realizar diferentes campañas para la creación de la tarjeta de donante. "Los órganos tienen que llegar en buen estado", comenta García, señalando diferentes casos de muertes en los hospitales como accidentes cerebro vasculares, traumatismos cráneo encefálicos o anoxia.

En cuanto al perfil del donante, en Adrovi coinciden en señalar que se produce más por emergencia que por necesidad. Mientras que el órgano más demandado es el riñón, es también el que más lista de espera tiene a pesar de que los potenciales donantes podrían vivir con solo uno. "Esto se produce porque los trasplantes de hígado, pulmón o corazón son más urgentes porque el riesgo de morir para el paciente que lo necesita es más inmediato", explican desde Adrovi.

En los últimos años también se es están dando una tendencia a un envejecimiento en los órganos trasplantados. "Por suerte, cada vez mueren menos jóvenes en accidentes de tráfico, pero la parte negativa es que se pierden estos órganos que antes sí había", comenta García. Una tendencia que, en el caso de órganos como el riñón o hígado, podría compensarse con la donación en vivo. Desde Adrovi destacan que se produce cada vez una mayor concienciación en este sentido, habiendo iniciativas como el trasplante cruzado, por el cual dos parejas compatibles se intercambian los órganos, o el "gran samaritano", con un donante anónimo que cede su riñón o trozo de hígado a cambio de que un miembro de la familia del donante done otro.

Médula ósea

Con el incremento de enfermedades como la leucemia, se ha hecho más necesaria la donación de médula ósea. Uno de los mitos que limita este trasplante es el dolor que produciría esta acción, algo que desmiente la web galiciamedulaosea.org a través de un vídeo informativo. "Es un pequeño dolor para salvar una vida pero es más la impresión que el dolor. El pinchacito pasa con paracetamol y te vas al día siguiente. Pero también se puede hacer por diálisis, con los que solo necesitas unas tres horas de tu vida para salvarle la vida a otra", explica García.

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