"¿Cuánto vale la vida de una persona?", espetó un vecino de la avenida de Chancelas a la corporación municipal, después de que tanto el alcalde de Poio, Luciano Sobral, como el concejal de Facenda, Xulio Barreiro, aludiesen al coste económico que supone instalar el paso de peatones y los semáforos que los vecinos reclaman ante la urbanización Ruada. Los residentes que acudieron a la sesión plenaria celebrada ayer recordaron que ya se produjeron dos atropellos en este punto, mientras que "llevamos cinco años escuchando promesas y mentiras", reprocharon al equipo de gobierno de Poio.

Si bien el alcalde nacionalista recordó que se trata de un vial de competencia autonómica, por lo que ya ha solicitado en varias ocasiones este equipamiento a la delegación de la Xunta en Pontevedra, los afectados recordaron -en algunos momentos visiblemente indignados- que ya han asistido a tres plenos municipales y a dos reuniones con el alcalde, en las que se les prometió una actuación que siguen esperando. La última se celebró el 21 de diciembre pasado y ella Luciano Sobral "nos juró y perjuró que estaría hecho antes de Semana Santa; ya pasó Semana Santa y no se ha hecho nada", expuso una vecina.

Impermeabilizar

Además del paso de peatones y el semáforo reclamado, los vecinos recordaron también al gobierno local que están sufriendo un problema de humedades en los garajes del conjunto residencial Ruada, a consecuencia de las filtraciones de agua de un terreno municipal cedido al concello, en el que además de no ejecutarse el espacio público proyectado se está perjudicando a los garajes colindantes a causa de las filtraciones.

"Tenemos presupuesto y proyecto para aislar el garaje, pero no podemos hacer nada hasta que vosotros arregléis la parcela municipal", reiteraron los afectados al equipo de gobierno, del que nuevamente no lograron ninguna solución concreta. "Nuestra intención es hacer eso cuanto antes", les indicó el alcalde, después de que el edil Xulio Barreiro les explicase que una actuación de este tipo requiere una tramitación administrativa, de la que "llevamos años esperando y escuchando promesas", le respondieron los vecinos.

En uno de los puntos del pleno municipal celebrado ayer se aprobó elaborar un estudio histórico-heráldico para renovar la identidad corporativa e institucional del Concello de Poio. Por eso uno de los vecinos de este núcleo espetó a los concejales que "si gastaseis menos en estudios heráldicos y más en dar servicio a los vecinos este asunto ya estaba arreglado". Otro afectado apuntó al respecto que se destinaron 200.000 euros de las arcas municipales a fiestas en este núcleo cuando "el paso de peatones sigue sin poner".

Los vecinos tomaron la palabra al término de este pleno para acusar al gobierno local de que ha estado "mintiendo" sobre este proyecto, que para el equipo de Luciano Sobral es una responsabilidad del gobierno de la Xunta. "Díganos que no van a hacer nada y por lo menos no perdemos el tiempo viniendo a reuniones", gritó una vecina al alcalde, antes de que todos los afectados abandonasen en salón de plenos del Concello.