El Puerto de Marín se enfrenta a un prometedor futuro por el que comparten interés otros puertos españoles y europeos. La próxima entrada en funcionamiento del nuevo Canal de Panamá y el creciente desarrollo del transporte marítimo propiciará que los puertos más preparados sean los que se beneficien del trabajo que generan las radas más aventajadas en sus servicios y calados. La Autoridad Portuaria y las empresas que trabajan en el puerto tienen que estar muy unidas y con la vista puesta en el mismo punto del horizonte económico porque solo con la unidad de criterios e intereses se conseguirá el mejor objetivo.

Un puerto que presuma de operatividad ha de contar con un servicio de remolcadores y amarradores digno de su potencia y en este momento "Amare Marín" y su propietario Antonio Alonso están dispuestos a ir por delante de las necesidades, como ha sido desde su instalación hace tres décadas en Marín. Para ello, un nuevo remolcador de gran potencia y con las condiciones técnicas más punteras está a punto de salir de los astilleros de Nodosa para redondear una flota lista con la que afrontar cualquier necesidad de operatividad que necesiten tanto en las labores habituales de remolque como en las de auxilio, salvamento o contraincendios.

-¿Cuándo se verá a flote el nuevo remolcador?

- Está previsto que entre finales de julio y principios de agosto podamos tenerlo ya en el mar listo para el trabajo.

- ¿Supone una mejora importante a la flota actual y una gran inversión económica?

- Por supuesto, es un remolcador de última generación como lo fueron los anteriores en su momento y mejora principalmente en los medios de seguridad, anticontaminación, contraincendios. Tenga en cuenta que el transporte actual en containeros suelen mover mercancías peligrosas y hay que estar preparado para las emergencias en este y en cualquier puerto que se precie como importante. En cuanto a la inversión puedo decirle que el anterior remolcador que pusimos en el puerto superó los cinco millones de euros y este tiene todavía más modernas prestaciones.

- Por cierto estos días se está hablando del posible incremento de contenedores en Marín. ¿Es tan importante para el futuro?

- Que cualquier línea nueva llegue a este puerto que es relativamente pequeño pero donde se prestan servicios como en el más grande, es siempre un refuerzo y una garantía de progreso. Este tráfico no solo mueve contenedores sino que genera movimiento en otros sectores. Es una satisfacción ver cómo los agentes portuarios intentan captar nuevos tráficos que no es nada fácil. En este caso concreto al que usted se refiere podríamos decir que, si el gigante Maersk decide finalmente instalarse en Marín, aumentaría el tráfico en un cien por cien de lo que tenemos en la actualidad o incluso más, y eso conlleva movimiento, empleo y dinero.

- ¿Y para tan importante reto Amare Marín está preparada para abarcar todo el servicio?

- Nosotros hemos ido creciendo siempre por delante de las necesidades del puerto. Con la flota que tenemos hemos realizado operaciones de enorme importancia con grandes buques y, nunca, nunca, ha habido el más mínimo retraso por nuestra culpa. Incluso hemos resuelto situaciones difíciles originadas por vientos u otros accidentes de los que salimos airosos. El nuevo barco también va por delante de la necesidad actual; esa ha sido desde siempre nuestra política de inversión y en la actualidad tenemos una flota de seis barcos, dos de gran porte y otros dos digamos "medianos", todos ellos nuevos y, aparte, tenemos otros dos pequeños para servicio exclusivo de amarradores y otros servicios portuarios. Todos son necesarios porque aquí llega igual un barco de 300 metros de eslora como un pequeño pesquero de 17 y hay que dar el servicio adecuado así como también a los varaderos, al tráfico que genera Ence y otras operaciones menores.

- Ahora que se ha referido a Ence ¿qué puede decir de la continuidad de la pastera?

- Ence es una empresa que ha venido progresando con el tiempo y se han esmerado en cuidar el medioambiente haciéndose notar menos día a día. Partiendo de esa idea puedo decir que, para nosotros, para el Puerto de Marín, es una empresa vital y no solo para lo que es la rada en sí, sino para toda Galicia porque en esta Comunidad autónoma tenemos una riqueza forestal importante. Creo que debemos explotar nuestros recursos naturales y a ello contribuye mucho esta empresa. Que su ubicación no es la mejor, también es cierto, pero hay que tener en cuenta que en países muy avanzados industrias como esta pastera están en medio de las ciudades con una requisitoria de garantías muy importantes que habrá que exigir aquí también. Creo sinceramente que necesitamos empresas como Ence sobre todo en la exportación que es tan importante para la economía y, desde luego, es elemental para el futuro de este puerto.

- ¿Qué le parece la nueva etapa de Nodosa?

- Es una empresa que está apoyada en un pasado de garantía y se proyecta ahora en manos de segundas generaciones perfectamente preparadas que están demostrando su nueva realidad. Con la absorción de la antigua Factoría Naval tiene una cartera de pedidos en la actualidad que para sí quisieran varaderos de cualquier otro puerto gallego. Construcción de nuevos buques y reparaciones importantísimas en otros por encargos de puertos muy importantes del mundo dicen mucho a favor de esta empresa que genera ocupación y empleo tan necesario en la actualidad. Yo estoy muy satisfecho de que mis remolcadores hayan sido construidos todos ellos en Nodosa y ahí está el resultado.

- ¿Antonio Alonso dejará también su empresa en segunda generación?

- Por supuesto. Nuestra empresa es familiar y cuando yo me jubile, que ya veremos cuándos será, aquí quedará personal propio bien preparado, cualificado y responsable porque nos hemos empeñado en que, con la mejor visión de futuro, así sea. Si la juventud que viene detrás lo hace con preparación y cuenta con medios adecuados, los proyectos tendrán siempre continuidad. Por otra parte, tengo que destacar la magnífica aportación del equipo humano de los trabajadores de la empresa. En la actualidad somos doce personas y tengo el orgullo de poder decir que, quienes se han ido marchando en estos treinta años, lo han hecho por jubiliación o por voluntariedad.

- ¿Ve usted el futuro del puerto en buenas manos?

- Estamos en un cambio generacional muy positivo. A los empresarios que pusieron en marcha este entarimado les han sustituido sus segundas generaciones con ilusión y, sobre todo, preparación que como dije antes, es lo más importante. Si a todo eso se une una buena gestión de la Autoridad Portuaria que es el órgano que ha de promocionar la rada y canalizar los esfuerzos públicos y privados, creo que estamos en un buen momento de enfoque del futuro aún reconociendo que la pérdida de importancia en lo que al sector pesquero se refiere, es una dificultad añadida aunque las razones de ese problema tienen otros orígenes que habría que analizar con más precisión.

- ¿Y qué siente un empresario como usted cuando surgen polémicas como ese intento de eliminar los rellenos?

- Esto es como un partido de fútbol. En la grada hay varios miles de "árbitros" y cada uno pitaría a su manera pero en el campo hay un solo juez que es el que impone el criterio real. A quienes quieren que se desmantele el puerto o que se vaya Ence se les contrapone la realidad de quienes tienen su sustento y el de sus familias en ellos y esa es una razón de mucho peso, sobre todo en el momento en que vivimos. Yo creo que el "árbitro" sabrá hacer las cosas bien en cada caso.