El cierre de la autovía de Marín al tránsito de los ciclistas convirtió la PO-546, más conocida como la carretera vieja hacia Marín, en la única alternativa peatonal y ciclista entre la capital y la localidad portuaria. Esto provocó numerosas quejas por parte de colectivos ciclistas como Masa Crítica que insisten en que la carretera presenta carencias de seguridad que convierten en un peligro transitar por ella.

Las quejas de los ciclistas llevaron a la Xunta a instalar carteles que advierten de la presencia de ciclistas en el vial, pero para los amantes de las dos ruedas no es suficiente.

Con respecto a esta carretera, hace tiempo que se estudia la posibilidad de que sea transferida al Concello que no dudaría en aplicar sobre el vial las mismas medidas de protección sobre el peatón y el ciclista así como de calmado de tráfico que extendió a la mayoría de viales de titularidad municipal. De hecho, la Xunta remitió a principios de año una carta al ayuntamiento en la que se señalaba que el estado del vial era "razonable" , que no existen espacios hundidos y que contaba con aceras en una o en dos márgenes del recorrido. Una carta con la que se justificaba que no se fueran a acometer mayores obras de mejora salvo la instalación de los citados paneles informativos.

Sin embargo, la visión de los colectivos ciclistas es muy distinta. De hecho, llegaron a grabar un vídeo como ejemplo de los peligros a los que se enfrentan en este vial. Se puede visionar en la plataforma de internet "Youtube" y en él se muestra el recorrido en bicicleta por esta carretera en la que el ciclista se va encontrando con peligros como arcenes que no son accesibles, el aparcamiento irregular de vehículos (alguno incluso invadiendo la calzada), contenedores de basura que llegan a ocupar parte del carril del vial o captafaros y líneas rugosas que impiden el uso del arcén.

También señalan que hay zonas en las que el firme se encuentra en mal estado y los registros de pluviales están hundidos por el continuo paso del tráfico pesado. A esto se unen deficiencias para los peatones como la práctica inexistencia de pasos de cebra y aceras que no son accesibles o "ridículamente estrechas" en algunos tramos.

Aunque es una carretera limitada a 50 kilómetros por hora, asegura que los vehículos circulan a mayor velocidad y esto llevó a una mayor presencia del radar de Tráfico también en este vial.

Los ciclistas reclaman mejoras en esta carretera autonómica a la espera de que el Gobierno central ejecute la comprometida senda alternativa peatonal y ciclista entre Corbaceiras y Placeres que anunciaron las ministras Pastor y Tejerina en plena campaña de las autonómicas. En septiembre pasado, el Gobierno aseguró que los Presupuestos de 2016 incluían una partida para esta actuación dentro de un paquete con otras obras como la regeneración de la ría de O Burgo.