La chispa que permitió iniciar la investigación a gran escala que fue la "Operación Boquerón" se produjo en Pontevedra el 14 de enero de 2006 cuando una patrulla de la Policía Local de la capital interceptó en la avenida de Compostela en Lérez a un Renault Clio con matrícula francesa con tres magrebíes en su interior que mostraban una "actitud nerviosa". El conductor presentó un carné de conducir italiano a nombre de un marroquí de 34 años; un ocupante contaba con un carné belga y el tercera presentó documentación también marroquí. Todo parecía en orden y alegaron que se hospedaban en un hotel de Pontevedra y viajaban a Santiago para hacer turismo.

Al no detectarse anomalías aparentes, los agentes dejaron continuar al trío pero decidieron acudir al hotel para comprobar sus datos de registro. Fue entonces cuando averiguaron que los carnés presentados antes no coincidían con los pasaportes entregados y se descubrió que el permiso italiano formaba parte de un lote de carnés en blanco sustraídos en el país transalpino, y que el belga fue robado en febrero de 2004. Además, el coche francés había sido declarado siniestro total, con una indemnización de 8.000 euros, y fue adquirido después en un desguace, por lo que todo apuntaba a que se trataba de un coche falsificado.

Todos estos datos permitieron a la Guardia Civil emprender una investigación y desarticular la banda. Fueron arrestadas 27 personas por un total de 85 robos de vehículos, aunque en Compostela solo se juzgaron hechos relativos a diez coches robados, vehículos que en algunos casos alcanzaban los 59.000 euros.