La conservación y mantenimiento de los espacios públicos, abundantes en Pontevedra debido al modelo urbano, se convierte en una obligación para el Concello no solo por la necesidad de conservarlos en perfecto estado, sino porque en caso contrario, la caída o accidente de un peatón por el mal estado del pavimento se puede convertir en una "sangría" para las arcas municipales y para las empresas aseguradoras contratadas. Así se pone de manifiesto con dos nuevas sentencias conocidas ayer por el gobierno local y que condenan al Concello a indemnizar con más de 8.500 euros a dos "víctimas" de diversas deficiencias en la vía pública. En ambos casos, los juzgados dan la razón a los particulares y dejan clara la obligación municipal de mantener las calles en perfecto estado.

Si bien en otras ocasiones los jueces también responsabilizan a los peatones de sus caídas, las dos sentencias conocidas ayer cargan las tintas sobre las obligaciones municipales. Uno de los casos se produjo en octubre de 2014, cuando un camión que circulaba por la avenida de Compostela recibió el impacto de una tapa de la red de aguas pluviales que dañó su depósito de combustible. Se reclamaban 1.830 euros de indemnización. El Concello alegó que tan elemento se ubica en el arcén, por lo que culpaba al conductor de invadir ese espacio, pero el juez replica que "el accidente tiene lugar en una vía de considerable tráfico de esta ciudad, que no tiene restringida la circulación a vehículos" como el de este accidente y tampoco se demostró que "el conductor del camión, al arrimarse al margen derecho del vial, o en su conducción, cometiera infracción alguna". Justifica la sentencia que hubiera circulado por el arcén ya que en ocasiones es necesario hacerlo y recuerda la obligación municipal de mantener en buen estado las vías de circulación", de ahí que decrete el abono de los 1.803 euros reclamados.

Caída

El segundo accidente ocurrió en junio de 2012, hace casi cuatro años. Una mujer sufrió una caída al tropezar con unas losetas en el Paseo de Cervantes en las inmediaciones de Las Palmeras con tan mala fortuna que sufrió lesiones por las que estuvo más de 150 días de baja y le quedaron secuelas, de ahí que reclamara 8.784 euros de indemnización. Al no ser atendida su petición, acudió al juzgado, que señala que "no cabe hablar en este caso de falta de diligencia, pues a simple vista y en una deambulación normal, el defecto citado no era evidente como para advertirlo y sortearlo, y ocurriendo el hecho cuando la demandante paseaba por una acera del casco urbano con la confianza de que la misma estaba en condiciones adecuadas de mantenimiento, no le era exigible una diligencia extrema".

La sentencia añade que "sí ha de considerarse la existencia del nexo causal entre el accidente y el funcionamiento del servicio público que corresponde al Concello", de ahí que imponga una indemnización de 6.780 euros, cantidad que debe asumir en su mayor parte la empresa aseguradora contratada por el Concello para estos casos.

Un tercer caso también da la razón a otro reclamante, por los daños que registró su coche en noviembre de 2014 a causa de una tapa de la red de saneamiento en la calle José Malvar. Tras desoír el gobierno local la petición, el afectado acudió al juzgado pero antes de celebrarse el juicio, la empresa del servicio de aguas asumió la indemnización, de 238 euros.