En plena campaña del Concello por implantar un nuevo sistema de recogida y tratamiento de la basura basado en el reciclaje y la separación de la materia orgánica, Ecovidrio acaba de aportar los datos de recogida de envases de vidrio en toda España que reflejan que la selección en origen aún es una asignatura pendiente en el municipio. Con apenas 10,4 kilogramos de vidrio por persona y año reciclados en 2015 en Pontevedra, la ciudad del Lérez se sitúa a la cola de la comarca y de Galicia en esta práctica.

Mientras la media española ronda los 15,5 kilos por habitante y en Galicia se llega a 14,6 kilogramos, Pontevedra recicla un tercio menos de esas cifras, con el agravante de que a medida que pasan los años no se advierte una mayor concienciación y el volumen total de vidrio recogido no crece.

Según los datos recién divulgados por Ecovidrio en Pontevedra están instalados 360 contenedores para botellas y otros envases de vidrio, y en ellos se depositaron el pasado año 858.910 kilogramos, es decir, 10,4 por persona. La cifra es ligeramente superior a los 800.000 kilos de 2014, pero por debajo de los 935.000 de 2011 -cuando se alcanzó la cifra más alta de los últimos años con 11,4 kilos por habitante- o los 877.000 de 2013. Esta entidad, encargada de la gestión del reciclado de estos envases destaca que el sector de la hostelería en España genera la mitad de estos residuos de un solo uso y más de 2.500 compañías están adheridas a su sistema.

El reciclaje en Pontevedra, que es muy similar al de Vigo, donde el pasado año se recogieron 10,7 kilos por persona, es muy inferior no solo a las medias española y gallega, sino que también aparece a la cola de la comarca. De los 14 municipios de la zona de influencia de la capital, la ciudad del Lérez es la cuarta con peores datos, solo por delante de Marín (10,2 kilogramos por persona en 2015), Portas (7,7) y Barro, que con 6,3 kilos es el municipio con menos índice de reciclaje de vidrio.

Pero en el otro lado de la moneda se sitúan siete concellos en los que la concienciación ciudadana parece más asentada y la recogida se sitúa por encima de la media española. La palma se la lleva Poio, donde el pasado año se recogieron 635.000 kilos, lo que supone que cada poiense depositó en los contenedores específicos casi 38 kilos, más del doble de la media española. En Sanxenxo también se alcanzan cifras muy destacables, con 29,6 kilos por persona, mientras en Vilaboa se llegó en 2015 a los 21,2. Campo Lameiro (20,8), Cuntis (20,6), Cotobade (17,8) y Caldas (15,7) aparecen también por encima del reciclaje gallego y estatal. Por su parte, en Ponte Caldelas se llega a 15 kilos, a los 12,8 en Moraña y a los 11,7 en A Lama, todos ellos por encima de la capital.