Vecinos y comerciantes de la Plaza de Barcelos han comenzado a recoger firmas para solicitar una revisión del proyecto de reforma urbana en la zona. Coinciden con el gobierno local en que "algo hay que hacer" en este espacio, pero expresan su malestar con el modo en que se ha iniciado la obra. "Es el plan de unos bandoleros, que nos presentan una noche un proyecto ya contratado y que iba a iniciarse a las siete de la mañana siguiente", explica Jesús del Campo, promotor de una recogida de firmas en el vecindario.

Con sus alegaciones no se oponen a la reforma. Demandan únicamente diálogo con los afectados y que se realicen "pruebas de tráfico" antes de aplicar un plan que creen que perjudicará a una parte del barrio.

Quienes reúnen las rúbricas, que presentarán al Concello la próxima semana, entienden que las reuniones informativas previas, convocadas por el gobierno local, han sido "un fraude". Aseguran que apenas se anunciaron dichos encuentros. "Solo se puso el cartel en un par de edificios", afirman.

También se quejan de que en estas reuniones se expuso un plan previamente aprobado y en el que los vecinos y comerciantes no han podido hacer aportaciones.

Entienden además que el gobierno local ha utilizado una propuesta del colegio de Barcelos como excusa para intervenir sobre el tráfico de toda la plaza, ya que la comunidad escolar niega estar detrás de toda la remodelación aprobada. "Ellos expusieron una idea para aprovechar mejor el parque y el Concello utilizó esa excusa para cambiar la circulación en todo el ámbito de la plaza", expone un vecino. El promotor de la recogida de firmas, Jesús del Campo, añade que "he estado en más de cien países y en ningún sitio he visto una plaza con doble sentido del tráfico".

En todo caso, los opositores insisten en que no se oponen a una reforma del recinto, "que lo necesita", sino que únicamente demandan "diálogo, una negociación seria, que no se continúe con esto sin hacer antes pruebas de tráfico, que se estudie cómo funciona mejor la circulación", explica Del Campo, quien aseguran que muchos vecinos de Pontevedra que no residen en la zona les apoyan en sus reivindicaciones, porque "nos afecta a todos, roban la mitad de la plaza a todo el pueblo de Pontevedra".