La plantilla del servicio de recogida de basuras de Poio se concentrará delante del Concello. Los representantes sindicales de la empresa adjudicataria de la limpieza y recogida de basura, Valoriza Servicios Medioambientales, han anunciado la rotura de las negociaciones del convenio colectivo después de cinco encuentro con la dirección de la empresa. Los trabajadores denuncian un servicio deficitario, así como una situación de precariedad laboral, con situaciones de riesgo para los conductores de los camiones, y apuntan en este sentido al criticado proceso de contratación y a su pliego.

El secretario intercomarcal de UGT, Ramón Vidal; Servicios de Limpieza de UGT Galicia, Juan Carlos Corredoria; y el delegado de UGT, Manuel Suárez, comparecieron ayer para anunciar las concentraciones que podrían iniciarse en menos de un mes si continúa sin haber acercamientos en la postura de la empresa con los trabajadores. En el último encuentro, Valoriza contemplaba la congelación de los salarios, como mínimo hasta 2017, sin garantizar una subida en el futuro.

Desde el sindicato responsabilizan al gobierno local de haber acordado una adjudicación del servicio de recogida de basura a la baja y por un período de 16 años, prorrogable por dos más. Según denuncia Corredoira, se están detectando una precarización del servicio hasta el punto de que, durante los domingos, el conductor de los camiones tiene que realizar también los trabajos de peón y de recogida de bolsas. Además, apunta también la exposición de estos trabajadores a riesgos de tráfico, debido a que se fuerza el uso de camiones de carga lateral en sitios como en Covelo "provocando que después tenga que conducir 200 metros e incorporarse a la PO-308 marcha atrás y con visibilidad reducida", realizando una maniobra ilegal.

No solo se habrían producidos cambios en los camiones, sino que además también habría una reducción de en los diferentes turnos, pasando de ir un conductor con dos peones a un conductor y un peón. Ramón Vidal, secretario comarcal de UGT, también solicitó al gobierno local que converse con los trabajadores para saber las necesidades que tienen para realizar su trabajo.

Para Vidal la ruptura de estas negociaciones del convenio no supone una sorpresa y recuerda que en su momento ya se advirtió de que se podría llegar a esta situación tras denunciar en su momento el pliego de una "contratación a la baja" que supone ahora el "castigo a los trabajadores y al servicio" para que la empresa consiga el margen de beneficio calculado en su momento.

La adjudicación realizada por el anterior gobierno local se hizo por una cantidad de 750.000 euros, una partida insuficiente según los responsables sindicales con la que ahora se enfrenta la actual concejala socialista, Chelo Besada. Señalan que en la actualidad la plantilla está formada por 17 trabajadores, un número ampliado por la empresa frente a los 14 que se recogían en las bases y que al sindicato ya le parecían escasos para afrontar el trabajo de todo el municipio.

Corredoira apuntó que, en caso de que la empresa no cambie su posicionamiento actual, estudiarán la posibilidad de iniciar una huelga de basura. "Es un cartucho que no queremos gastar si no es necesario", señaló.