A finales de 2015 se localizaba en la calle Cobián Roffignac la primera palmera afectada por el picudo rojo en el casco urbano. Se trataba de un ejemplar situado detrás de la iglesia de San Francisco, al que se le retiró toda la copa y fue objeto de un intenso tratamiento. El barrio de A Seca acaba de ser el escenario del segundo caso en la ciudad, según el servicio municipal de Parques y Jardines. Es una palmera situada en medio de las viviendas, sin que esté claro si es pública o privada.

Se llevó a cabo el mismo tratamiento que en San Francisco, si bien hay dudas de que sea realmente eficaz. El ejemplar de Cobián Roffignac aún conservaba el tronco hasta hace unos días, pero fue recientemente talado y en su interior se localizaron insectos vivos pese a los intensivos tratamientos.