El frustrado centro lúdico-deportivo de A Parda, abandonado a medio construir desde hace años, ya se puede dar definitivamente por olvidado. El gobierno local ha decidido dar carpetazo a este viejo proyecto y desechar las estructuras de hormigón (algunos vasos de piscina y varias techumbres) ejecutadas en su día, y diseñar en su lugar un pabellón polideportivo. Para ello, ha contratado al equipo de arquitectos Rodríguez+Pintos SLP, que ayer mantuvo una reunión con la concejala de Deportes, Anxos Riveiro.

El encargo es claro: elaborar el anteproyecto de ese pabellón y reordenar toda la parcela de 33.000 metros cuadrados junto a la estación del tren, con un plan de accesos y aparcamientos específico para ese futuro recinto deportivo, olvidándose de lo que se construyó en su día y de propuestas anteriores de actuación. Es decir, comenzar de cero con el pabellón "como prioridad".

Riveiro dejó claro que "la ciudad necesita ese nuevo pabellón", que se plantea como una alternativa al de O Burgo si este último no se pudiera utilizar por las razones que sea, si bien la idea principal es destinarlo a la modalidad de gimnasia. Se trata de un destino que el gobierno local siempre defendió en los terrenos de A Parda, con centro lúdico-deportivo o sin él. De hecho, aquel frustrado y abandonado proyecto ya dejaba al margen de cualquier actuación un parcela reservada desde el principio para un pabellón. En todo caso, podría acoger disciplinas de otra índole, como el balonmano o el baloncesto ya que será un recinto "de competición y adaptado a esos usos".

La novedad estriba ahora en que ese futuro recinto deportivo no está sujeto a aquellas condiciones y los arquitectos Jaime Rodríguez Abilleira y Santiago Pintos podrán ubicarlo donde lo consideren más conveniente, siempre asociado a un aparcamiento para albergar los coches de los 1.500 o 2.000 espectadores que cabrían en las instalaciones, y, sobre todo, con un sistema de entradas y salidas adecuado. Se trataría de establecer alguna calle de comunicación de la parcela más allá de la existente ahora por la rúa Entrevías.

Riveiro ya dio por hecho ayer que las estructuras ejecutadas en su día y abandonadas a medio hacer debido a la quiebra de la empresa constructora, "no son aprovechables" y todo apunta a que serán derribadas.

Por el momento no se establecen plazos para disponer del anteproyecto, aunque se confía en contar con él este año, ni financiación, algo que se plantea a medio plazo, si bien en septiembre pasado el alcalde, Miguel Fernández Lores, firmó un protocolo de colaboración con la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, en el que se incluían posibles fondos para instalaciones deportivas.

Un concurso desierto

El complejo lúdico deportivo de A Parda, proyectado desde hace una década detrás de la estación del ferrocarril, nunca llegó a cuajar, pero su defunción definitiva se certificó hace un año, cuando quedó desierto el concurso convocado entonces para adjudicar de forma conjunta la gestión de las piscinas de Campolongo y la ejecución y posterior explotación del recinto detrás de la estación. El elevado coste de este segundo complejo, en torno a los tres millones de euros, ahuyentó a las empresas interesadas.

Ya entonces el gobierno local anunciaba su renuncia una vez más a su ejecución y decidía sacar a concurso únicamente las piscinas de Campolongo, si bien un año después este segundo acuerdo continúa sin concretarse.

El entonces concejal de Deportes, el socialista Agustín Fernández (ahora en la oposición) asumía que el plan de A Parda "queda aparcado hasta que los tiempos lo permitan". Allí la maleza crece sin control entre las estructuras existentes -se calcula que costaron unos 700.000 euros- y que con toda seguridad acabarán siendo demolidas al entenderse que no eran aprovechables.