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Benito Blanco recuerda su trayectoria como empresario de éxito en Argentina

El lalinense participó ayer en un coloquio sobre mecenazgo cultural en la Facultade de Ciencias Sociais -"Emigré con 19 años, pero nunca me olvidé de Galicia", aseguró

Mariana Vicat y Benito Blanco. // Rafa Vázquez

Los lazos de unión entre Galicia y Argentina protagonizaron ayer un coloquio sobre el mecenazgo cultural en Buenos Aires, una jornada organizada por la Facultade de Ciencias Sociais.

El acto sirvió para conocer la labor cultural desarrollada por el empresario lalinene Benito Blanco y la escritora y editora Mariana Vicat, una colección de libros elaborados por porteños de origen gallego o gallegos vinculados de algún modo con Argentina. A través de estas publicaciones, la conocida como "quinta provincia gallega" tendrá un espacio propio en la Feria Internacional del Libro de buenos Aires, en la que Santiago de Compostela ejercerá como ciudad invitada.

Además de Benito Blanco y Mariana Vicat, pareja en lo personal, intervino en el debate Juan Manuel Beati Vindel, Director Nacional de Mecenazgo y Presidente del Consejo de Promoción Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El profesor de Ciencias Sociais Fernando Ramos, organizador del coloquio, también estará presente en la feria, donde presentará el libro "Usos en la Corte. Costumbres, protocolo y tratamientos de la Vieja España".

Emigrante desde 1952

Benito Blanco, natural de la parroquia lalinense de Alfonselle, recordó sus inicios en el país de Perón, al que emigró durante su mandato, en el año 1952.

"Por mi trabajo me tocó recorrer muchos países y nunca fui a ninguno en el que no me encontrara un gallego", destacó el que ha llegado a ser un empresario destacado en el campo de la minería.

"Emigré a Argentina con 19 años, pero nunca me olvidé de Galicia", reconoció Blanco, que recordó que comenzó en el país al otro lado del Atlántico trabajando en una cafetería en la Avenida de Mayo.

No se fue sin dinero, ya que, de hecho, había ahorrado sus buenas 50.000 pesetas, una cantidad importante por aquel entonces, y, además, contaba con el apoyo de familiares que ya vivían en Buenos Aires.

Comenzó con poco éxito en el sector de la minería, pero poco a poco forjó un imperio. "Empresas mineras, petroleras, de agricultura, ganadería, metalúrgicas, de seguros... hasta un cementerio", recordó ayer en Pontevedra.

Llegó a contar con más de 360 empleados, tal y como lo cuenta en el libro "De Lalín a Buenos Aires", escrito por su esposa.

"A Buenos Aires le llaman la quinta provincia de Galicia porque hay más gallegos que en cualquiera de las cuatro de aquí", dijo.

Blanco dice con orgullo que es el único gallego que consiguió meterse en el negocio del petróleo en Argentina.

En su opinión, la mejor época para los negocios en el país fue la década de los 80.

Su labor de mecenazgo le llevó a ser uno de los impulsores de la recuperación del bonaerense Teatro Avenida o del avión Plus Ultra, el primero que realizó un viaje entre España y Argentina.

Además de Benito Blanco, también participó en el coloquio de ayer Manuel Seoane, uno de los responsables de la reconstrucción de la sede de la Asociación Patriótica Española en la capital argentina, que recordó que en esta ciudad se mantienen en funcionamiento más de cien instituciones de origen gallego, creadas por los emigrantes.

El ingeniero reconoció que siempre se sintió una especie de extranjero: "Porque en Galicia soy americano y en América soy gallego".

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