El buen tiempo animó ayer a los pontevedreses a salir a la calle. Tanto fue así que las terrazas de los bares, cafeterías y restaurantes de toda la ciudad, especialmente los de la zona monumental, se llenaron para aquellos que quisieron disfrutar de un domingo de sol.

Según MeteoGalicia, la temperatura máxima alcanzada en la ciudad fue de 21 grados, una cifra solo comparable en Galicia a la que también ayer se registró en la ciudad de Ourense.

La jornada anticiclónica con cielos despejados propició que numerosos vecinos de la ciudad y los concellos cercanos decidiesen salir a comer fuera, de modo que a mediodía encontrar una mesa libre en alguna de las terrazas del casco histórico era casi una cuestión de buena suerte.

Además, turistas tanto de origen nacional como internacional se dejaron ver por las plazas y calles de Pontevedra para disfrutar de su gastronomía típica.