Las colas de fieles que esperaron pacientemente para entrar en la pequeña capilla de la calle Tetuán volvieron a repetirse durante jornada dedicada a las Tres Gracias. Siguiendo la tradición, los devotos acudieron al templo del Nazareno para solicitarle tres favores, en la gran mayoría de los casos "salud y trabajo", señalan.

En los momentos de mayor afluencia los fieles esperaron entre 15 minutos y media hora para entrar en la capilla. "No hemos tardado mucho en comparación con otros años", explica Pilar Aboal, una de las vecinas de la comarca que acudió al templo situado en las inmediaciones del Teatro Principal para cumplir con la tradición.

Según esta creencia, todos los devotos que acudan el primer viernes de marzo a la capilla de la calle Tetuán podrán solicitar tres favores del santo, que intercederá para hacer cumplir sus peticiones.

Se trata de una arraigada tradición que motivó que desde primera hora el goteo de fieles fue continuo y a mediodía las colas llegaban hasta las inmediaciones de la calle Alhóndiga.

Por grupos, fueron accediendo al interior del templo para depositar velas y flores, los principales exvotos, y participar en los rezos.

La lluvia, que hizo acto de presencia en algún momento, y el frío desanimaron en esta ocasión a una parte de los fieles, de modo que las esperas no llegaron a ser tan extensas como otros años y los que si acudieron pudieron acceder a la capilla con relativa agilidad.

"Aquí la mayoría creo que venimos a pedir trabajo", indica una de las fieles para referirse a la petición más demandada al Nazareno, el empleo. También hicieron cola ayer estudiantes que preparan oposiciones o una abuela, María Lodeiro, que explica a FARO que "vengo todos los años y siempre pido por mi familia, esta vez por un nieto que estudia Medicina para que apruebe y por los demás para que sigan creciendo bien".

Trabajo, salud, "y también amor", añade divertida una jubilada que acude con sus amigas y hace votos porque "encontremos un novio".

La menor afluencia y, especialmente, el mal tiempo también se hicieron sentir en los puestos de exvotos, velas y dulces que se instalan en las inmediaciones de la capilla. "Con la lluvia no hay muchas ventas", explican dos de los rosquilleros situados en la calle Tetuán.