La presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, criticó ayer la forma en que los alcaldes de Cotobade y Cerdedo tomaron la decisión de fusionar ambos concellos y la tachó de oscura y falta de transparencia.

"No me opongo a la fusión de ayuntamientos de modo teórico, pero se tiene que hacer con rigor. Tiene que haber una evaluación que permita comprobar si la decisión es la más adecuada y permite, además de un ahorro, una mejor gestión de los recursos y servicios básicos", aseguró tras la reunión de la junta de gobierno provincial.

"Con esta fusión en particular lo que ocurre es que se hizo a escondidas sin que nadie supiera nada y no se consultó con la Diputación, que tiene que elaborar un informe. Las cosas hay que hacerlas con transparencia", añadió.

En opinión de la socialista, la Xunta de Galicia debería tener un plan teniendo en cuenta recursos de tipo económico, humano y técnico.

"Nos encontramos ante decisiones poco rigurosas y poco serias", señaló, para añadir que "esto no hace frente a los problemas de financiamiento de los concellos". En esta línea expresó su deseo de que pese a las fusiones "no se pueda ocultar esta realidad".

"Son fusiones esporádicas que no resuelven ningún problema global. Si de verdad creen que la solución a la atomización de los concellos en la comunidad gallega es la fusión, hay que fijar unos criterios: de proximidad, de población y de cuestión económicas que permitan crear sinergias para responder a las necesidades de crecimiento", explicó.

Silva dijo desconocer si hay alguna directiva europea que obligue a la fusión de ayuntamientos con menos de mil habitantes. "Sí hay recomendaciones, ya que en España hay 8.100 de este tipo", apuntó.

"Yo no me opongo a las fusiones y apuesto por las áreas metropolitanas porque hay que sumar sinergias", afirmó.

"Este ha sido un anuncio que llena portadas y que no va a repercutir de forma positiva en los vecinos", concluyó.