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La planta de Canicouva separará 4.000 toneladas al año de plásticos y envases y tratará otras 6.000 de materia orgánica

Aunque todo este proceso debe estar en funcionamiento en un año y necesita una planta de compostaje, el gobierno local admite que en ese plazo no estaría en servicio la instalación prevista en Canicouva, por lo que temporalmente se desplazaría la basura a otros recintos, incluso privados.

En todo caso, la planta de Canicouva sigue adelante y será "exclusivamente para el municipio de Pontevedra" ya que las negociaciones para la entrada de otros concellos próximos no han fructificado, según Mosquera. De este modo, la previsión es que reciba cada año unas 6.000 toneladas de materia orgánica (restos de comida) para su conversión en compost, y otras 4.000 o 5.000 de fracción seca mixta (plásticos y envases) para su separación y posterior envío a otras plantas de reciclaje. La ejecución y gestión de esta planta será, en principio, municipal y podría incorporarse al futuro contrato de basuras o adjudicarse de forma independiente.

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