El declive del Mercado de Abastos, donde los intentos de revitalizar la actividad aún no han dado los resultados esperados, va aparejada a la pérdida de importancia de la tradicional lonja de mariscos y pescados del recinto. Incluso en este segundo caso la decadencia es más acelerada y grave que en el resto de la Plaza, hasta el punto de que este año 2016 ha comenzado con una única subastadora, frente a las tres que trabajaban con anterioridad, según admitió ayer el concejal del área, Vicente García Legísima.

La pérdida de ingresos y la falta de atractivo para los vendedores son las causas actuales de un descenso que comenzó hace años. De hecho, en 2003 se alcanzó un movimiento de casi 66.000 kilos de productos del mar, con una facturación de casi 750.000 euros. En 2015 las cifras son infinitamente menores: por debajo de los 18.000 kilos y apenas 217.000 euros de ingresos.

En los últimos cinco años estas cantidades se han visto reducidas a la mitad y eso que en 2011 ya estaban muy por debajo de sus mejores momentos. En los dos primeros meses de este año apenas se han movido 900 kilos, valorados en menos de 8.700 euros, ingresos que impiden actuar a los tres subastadores actuales y limitan la actividad a una única profesional.

Legísima señaló que esta lonja solo muestra cierta actividad en verano y cuando se abren las temporadas de centolla y nécora, los dos mariscos más abundantes en las subastas que se celebran en la planta alta, un piso que, precisamente, constituye la principal "laguna" del Mercado. Con apenas ocho usuarios, hace años que se pretende recolocar a todos en la planta baja y destinar la alta a usos alternativos.

Al respecto, el concejal explicó ayer que se trabaja en la modificación del reglamento de mercados para permitir ese cambio y en cuestión de semanas se entregará el borrador a los vendedores. Una de las ideas del gobierno local es poner en marcha un mercado de nuevos creadores en arte, artesanía, diseño y moda, vinculado a las titulaciones del campus universitario. En principio se ubicaría en la calle, en Sierra, aunque no se descarta aprovechar algunas casetas vacías a modo de local de exposición de productos. Sí se ubicaría en la planta alta del mercado un "espacio lúdico-gastronómico" ideado por la Concejalía de Promoción Económica que dirige Anabel Gulías, un espacio aún no existente pero ya bautizado como "food lab market".