Los concellos de Sanxenxo y Poio vuelven a discrepar sobre la ubicación para la nueva estación depuradora de aguas residuales (Edar). El ejecutivo que preside Gonzalo Pita (SAL), en un gobierno mixto en el que también está el BNG, PSOE y Sxx Pode, mantiene la negativa de su antecesor a considerar que se ubique la Edar para las parroquias poienses de Raxó y Samieira (así como la sanxenxina de Dorrón), en Pampaído, dentro de los términos municipales de Sanxenxo, tal y como defiende el gobierno poiense (BNG y PSOE).
Desde el concello de Sanxenxo consideran "implanteable" que su municipio asuma una depuradora con el objetivo de resolver el "grave" problema de saneamiento que tiene Poio. Cabe recordar que mientras que en A Granxa, dentro del término sanxenxino, hay censadas 255 personas, el servicio que reclama Poio cubriría la demanda de más de 2.200 personas entre las dos parroquias.
De esta forma responde el ejecutivo sanxenxino a las declaraciones que realizaban el pasado martes el alcalde y la teniente alcalde de Poio, Luciano Sobral y Chelo Besada, en los que reiteraban la demanda de que la depuradora se ubicase en Pampaído, como se contemplaba en el plan integral del saneamiento de la ría original. El bipartito poiense apuntaba que se abordará esta cuestión en una reunión con el gobierno local sanxenxino.
Desde el ejecutivo presidido por Pita aseguran que están dispuestos a participar en todas las reuniones que sea necesario para valorar el tema, aunque especifican no se produjo ninguna petición de reunión por parte de su homólogo poiense. La de esta semana no es la primera vez que Sobral apunta la intención de abordar en una reunión con sus homólogos en el municipio vecino, Catalina González hasta las pasadas elecciones, y Pita desde el verano pasado.
El Concello de Sanxenxo gestiona el 100% de la Edar de Paxariñas y el 57% de la de Dena (en Meaño) y consideran saneado "prácticamente la totalidad del municipio". En Poio depura las aguas de unos 14.000 habitantes en la depuradora de Placeres (en Pontevedra), mientras que Raxó y Samieira vierten directamente al la ría.
