Comenzaron tímidamente, pero las tiendas de segunda mano ya han encontrado su hueco en el mercado pontevedrés. Ropa, complementos, muebles, artículos de decoración, de electrónica y hasta obras de arte se encuentran a la venta en los establecimientos de la ciudad en los que se da una segunda oportunidad a aquellos objetos de los que sus dueños se cansaron un día.

Reliquias, productos "vintage" -de una antigüedad relativa- y otros más modernos, todos ellos usados, comparten espacio, en algunas ocasiones con otros todavía sin estrenar, en tiendas que buscan, entre otras cosas ofrecer una mercancía diferente a sus clientes.

María Muiños está al frente de Vintage Village, un negocio que abrió sus puertas hace dos años al final de la calle Cobián Roffignac con la colaboración de su hermano, Miguel.

En su caso, se trata de una forma de continuar el negocio iniciado por sus padres en la venta de ropa de segunda mano. Ellos, Luis Muiños y Marisa Jácome, fueron pioneros con un puesto de prendas usadas que lleva rodando desde hace veinte años por mercadillos de la provincia de Pontevedra especializado en piel.

"Lo vintage está de moda. En gran parte ha sido gracias a las famosas, pero ahora ya son prendas que le gustan a todo tipo de público", explica María Muiños, cuya tienda ofrece ropa de todo tipo, así como otros complementos como bufandas, bolsos o manteles.

"Dependiendo de lo que busquen, se pasan por aquí estudiantes que estudian Bella Artes o Moda, que quieren ropa, pero también madres con sus hijos o adolescentes solos, que compran prendas de fútbol", resume.

Además, las mujeres de más edad y poder adquisitivo visitan la tienda procurando artículos de piel, como visón.

"Vivimos una época de las grandes cadenas, en la que parece que nos dijeran cómo nos tenemos que vestir, pero hay gente a la que eso no le gusta", afirma, por su parte Luis Muiños, quien recalca que este tipo de establecimientos de venta de segunda mano "son tiendas de encontrar, no de buscar".

Los artículos que se ofrecen en Vintage Village proceden del mercado de países como Holanda, italia y Alemania, "especializados en esto", cuenta la responsable de la tienda, que insiste en que "no compramos nunca a particulares".

Con vistas a ampliar el negocio, la familia abrirá en mayo otro establecimiento de prendas de segunda mano. "Venderemos ropa al peso. Es un concepto novedoso aquí pero que ya se utiliza en Europa", anuncia la joven.

"Vintage"

Concha Vidal era enfermera, pero ahora se ocupa de Trastienda, un negocio especializado también en los artículos "vintage" y de segunda mano que se inauguró hace tres años.

Ella optó por ofrecer al público artículos exclusivos, muchos de ellos de conocidas marcas de moda.

El 90 por ciento de las cosas que vende en su tienda han sido dejadas en depósito por particulares, de ahí que en el pequeño local de la calle Marqués de Aranda se pueda comprar desde un lavabo de los años 50 por 400 euros, hasta un espejo Kussum con marco de castaño macizo y pan de oro por 1.500, "aunque todo es negociable".

"Son muebles de familias de aquí de la ciudad", asegura Concha Vidal.

"Nos visita gente de todo tipo, dependiendo de lo que busquen. Por ejemplo cuando lo que quieren es ropa, vienen con frecuencia, ya que son artículos únicos, y tiene que coincidir que sean de tu talla", aclara.

Entre los que más ha vendido hasta el momento destacan los mantones de Manila. Por el contrario, el calzado es bastante más complicado. "Prefiero vender calzado nuevo, de tiendas que liquidan por cierre, ya que salen mucho antes", indica.

"Nuestra intención no es competir con las grandes cadenas, porque es imposible. Tenemos una clientela fija, pero queremos atraer a otra nueva. El problema es que en ciudades pequeñas como Pontevedra a muchas personas aún les da vergüenza entrar en establecimientos de segunda mano", concluye.

Franquicias

El arquitecto técnico pontevedrés Francisco Álvarez puso en marcha hace un año y medio en la calle General Martitegui la primera tienda de la iniciativa Depositalo.es, que ofrece servicios de exposición, almacenaje y venta de artículos de segunda mano.

Su intención es abrir este año tiendas en Vigo y Santiago y, con el tiempo, un sistema de franquicias por toda España.

La plataforma virtual permite anunciar los productos de segunda mano de todo tipo, desde ropa hasta artículos electrónicos, de forma gratuita en internet. Pero también da la opción de exponerlos en la tienda durante un máximo de tres meses, una vía que supone una comisión en el precio de venta.

Entre lo más demandado en la página web, según su impulsor, se encuentran los artículos de deporte, como bicicletas o material de gimnasio, y los de cocina: termomix, hornos y cocinas.

En su local se pueden encontrar también obras de arte y antigüedades, así como curiosidades o rarezas como un equipo de instrumental médico antiguo.

"El balance, por ahora, es bueno, pero me gustaría que lo fuese aún más. Quiero iniciar la expansión, pero sé que hay que tener paciencia", reconoce.