El mercado inmobiliario en la ciudad apenas se mueve ni en promociones, ni en ventas e incluso tampoco lo hace en precios. Así se pone de manifiesto en el balance ofrecido ayer de la tasación de la vivienda libre a lo largo de 2015 por parte del Ministerio de Fomento en municipios de más de 25.000 habitantes. En los dos últimos años el metro cuadrado en la ciudad ha oscilado entre los 1.135 y los 1.070 euros según los trimestres.

En el último del pasado ejercicio, el periodo entre octubre y diciembre se cerró en 1.080 euros, lo que supone casi el 28% de la media de toda España. Fomento explicó ayer que ese precio estatal se sitúa en los 1.490 euros, 410 más que en Pontevedra. Pero si en el resto del país se registró un aumento de estas cifras de aproximadamente el 2%, en la ciudad del Lérez hace dos años que el mercado no muestra signos de subida de valores. De hecho, 2014 se cerró en torno a los 1.100 euros el metro cuadrado y la evolución a lo largo de 2015 fue una constante en torno a esa barrera, según los datos ministeriales. De hecho, además de situarse Pontevedra un 28% por debajo de la media española, los pisos en otras cuatro urbes gallegas son más caros: A Coruña (1.551 euros), Santiago (1.466), Vigo (1.282) y Ourense (1.172). Lugo (851 euros el metro cuadrado) y Ferrol (704) están por debajo de Pontevedra.

Incluso se da la circunstancia de que municipios mucho más pequeños pero próximos a grandes concentraciones urbanas, como Culleredo u Oleiros, son más caros que Pontevedra y muy por encima de Vilagarcía y Marín. En este último caso Fomento indica un precio medio de 828 euros el metro cuadrado al final de 2015. En este caso se constata, al contrario que en la capital, una ligera recuperación con respecto a tasaciones anteriores, aunque muy escasa.

La plena estabilidad y la falta de variaciones en los precios en estos dos últimos años queda refrendada si se acude a la evolución de la vivienda hasta 2013, año que se cerró con un precio medio de 1.077,2 euros por metro cuadrado, la cifra más baja de la última década y casi idéntica a los 1.808 actuales. Todo ello se sitúa a años luz de los 1.600 de 2010 y los 1.765 de 2008.

Operaciones

Pero esta contención en los precios no ha implicado una notable activación de las operaciones de compraventa. En marzo próximo el Ministerio de Fomento ofrecerá el balance oficial de todo 2015, incluyendo el ultimo trimestre, que históricamente es el de mayor actividad en cada ejercicio. Salvo ese periodo, muy significativo, desde diciembre se conocen los datos entre enero y septiembre. Aunque se observa un cierto repunte, aún queda mucho trecho por recorrer. Este balance ponía de manifiesto que 2015 ofreció hasta final del pasado verano el mejor ritmo de operaciones de los últimos cuatro años, con 306 transacciones entre enero y septiembre, por delante de las 295 de 2014, las 257 de 2013 o las 247 de 2012 en el mismo periodo. Sin embargo, mientras las ventas parecen desperezarse, aunque de forma lenta, lo que parece mantenerse estancado en el mercado de los pisos nuevos. En estos tres trimestres analizados de 2015 el 82% de las viviendas adquiridas en la ciudad son de segunda mano (apenas 56 de un total de 306), por encima incluso de los elevados porcentajes de los dos años anteriores, cuando se rondaba el 70%.

En 2015 se registraron operaciones en todos los municipios, si bien, entre enero y septiembre, en Portas únicamente dos, tres en A Lama y cuatro en Vilaboa. Moraña se quedó hasta ese momento en cinco, mientras que Barro, Campo Lameiro y Cuntis contabilizan seis compras en cada caso, con siete en Cotobade. Ponte Caldelas llega a once y Caldas, a 16. Si en Pontevedra el fenómeno de la segunda mano es mucho más acusado que en ejercicios anteriores, en el resto de la comarca esta tendencia es aún mayor. De los 344 pisos adquiridos en los trece municipios del entorno de la capital, únicamente 48 son nuevos, lo que supone un porcentaje del 86%.